Alfredo S. Flores | @alfredoflores96

El Diario del Centro circuló por 82 años entre los carabobeños. Sus páginas inmortalizaron durante casi un siglo la historia de Venezuela, manteniendo siempre una línea de defensa a la verdad y la ética que le valió en tres oportunidades el Premio Nacional de Periodismo en 1968, 1977 y 1983.

La larga del medio impreso se vio obstaculizada cuando hace exactamente cinco meses, el 17 de marzo del 2016, desapareció de los kioskos de Carabobo. Quienes acostumbraban buscar esta ventana de información todos los días desde que tenían memoria, un 18 de marzo se quedaron con las manos vacías.

El Complejo Editorial Alfredo Maneiro, corporación dependiente de la Vicepresidencia de la República, de manera arbitraria tomó la decisión de no vender más papel prensa al periódico, pues, según su propio presidente, Hugo Cabezas, el medio no era una prioridad.

Ante el cierre la sociedad civil se manifestó. Su opinión era clara, con pancartas y consignas alzaron su voz, el último día que circuló el periódico: “A El Carabobeño lo cerraron por decir la verdad”.

Es precisamente ese motivo – la defensa de la verdad – el que mantiene a los trabajadores de El Carabobeño firmes para seguir informando ante la veda mediática que ha sido denunciada por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) quienes han estimado que en el país se ha dado un retroceso debido a la censura y amenazas en contra de los medios de comunicación.

Sin embargo, el zarpazo a la libertad, destinado a acabar con el rotativo octogenario, no logró su cometido; Ante la adversidad El Carabobeño logró evolucionar.


Verdad que evoluciona

Ya no hay barreras para la información, en El Carabobeño, los departamentos dedicados a la producción de información continúan generando noticias todos los días para alimentar al portal web que se consolida como uno de los medios informativos más visitados de Venezuela.

En los pasillos los trabajadores, que se sienten parte de una gran familia, han comentado que la crisis económica les ha afectado, es una realidad para todos. No obstante, esa parece ser la razón que los motiva a seguir trabajando con más fuerza, están conscientes que la labor del periodista, más que cumplir con un itinerario, es estar del lado de los ciudadanos que esperan día a día saber que no están solos en medio de sus problemas sociales y económicos.

Beatriz Rojas, Dayrí Blanco, Basyl Macías, Sara Pacheco, Maria Eugenia Espinoza y Luis Borrero son parte del talento humano que está detrás de los trabajos periodísticos de actualidad que diferencian a El Carabobeño de Otros Medios. Su día día es empeñarse en buscar lo que los demás no cubrieron de la noticia. No dudan en proponer trabajos de agenda propia y nunca están lo suficientemente ocupados para atender a una denuncia ciudadana.

Cada uno ahora además de alimentar con sus trabajos al portal web, también han empezado a utilizar su voz para comunicar, a través de El Carabobeño Radio (ECR), espacio online, tutelado por Simone Monasterios y que se vio fortalecido los últimos meses.

Hoy hay una programación radial desde la mañana hasta la noche, y en sus espacios se puede oír a los periodistas, que ahora tienen una nueva vía para informar sin fronteras de ningún tipo, como lo han demostrado a través de las redes sociales los venezolanos que desde el exterior escuchan la variedad de programas de ECR.

Dhameliz Díaz en Primera Voz entrevista a los protagonistas de los hechos, los redactores de deportes, coordinados por Eduardo Calderon informan, en Los Prospectos, lo que es actualidad en materia deportiva y Marielis Arteaga abre Paréntesis para hablar de curiosidades y farándula.

Carolina González, jefa de redacción de El Carabobeño, también tiene a su cargo el  noticiero estelar y matutino de ECR. En el espacio, lo que es información en Carabobo, Venezuela y el mundo, llega a cualquier lugar del mundo en vivo con tan sólo hacer un click.

Más presentes que nunca

Hay esperanza de que algún día El Carabobeño volverá a circular, las rotativas están a la espera, sólo falta el papel. Mientras el equipo humano sigue perseverante tratando temas que para la mayoría de los medios están vetados: la mala calidad del agua, el deterioro de la vialidad, el desabastecimiento, la corrupción, la detenciones por razones políticas y las consecuencias de la crisis.

Tales situaciones han sido denunciadas por la Organización de Naciones Unidas, la Unión Europea, Human Right Watch, Amnistía Internacional, la Organización de Estados Americanos, entre otros. No obstante, mientras más se habla de estas realidades en el mundo, menos se trata en Venezuela, debido a la censura impuesta por instituciones como Conatel y las presiones ejercidas por factores del Gobierno.

Precisamente para eso están los periodistas de El Carabobeño, para seguir informando a los Venezolanos y al mundo sobre los temas que les afectan y les interesan. Es un asunto personal, pues estas situaciones también les afecta y les interesa a ellos; son periodistas, pero en primer lugar son venezolanos.




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