Con el acuerdo de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Gobierno colombiano, a punto de consolidarse a través de un plebiscito que implicaría entre otras cosas liberar a personas secuestradas y a jóvenes reclutados, reviven las esperanzas en una familia tachirense de ver regresar a casa a la menor de su hijas.
Se trata de María José Molina, la joven que junto con su progenitora, Carmen Zulay Contreras, fueron secuestradas hace 8 años y tres meses, el 26 de junio de 2008, por cinco sujetos armados que irrumpieron en su casa de Cordero, municipio Andrés Bello, y se las llevaron con rumbo desconocido.
Unos pocos meses después la madre de la adolescente (que para esa fecha apenas tenía 15 años) fue rescatada durante un operativo encabezado por el CICPC. Con María José no lograron el mismo cometido, puesto que mucho antes los secuestradores las separaron, y a la quinceañera la mantenían en otro campamento.
En 2010 lograron una fotografía tomada en un campamento guerrillero. Aparecía una chica de espaldas, que cargaba un morral, jovencita, que sus padres aseguran era María José. Dos años después, la prensa colombiana publicó una nota con la foto de una muchacha con uniforme camuflado y una gorra con las siglas PCE, titulada “Joven venezolana secuestrada, milita ahora en las FARC-Venezuela”.
Con información de Diario La Nación Táchira