Sara Pacheco

Los vecinos escucharon entre tres y cuatro disparos. Los corazones se detuvieron ante el silencio que sobra luego del sonido seco de un arma accionandose. Lo que vino después fueron gritos y curiosos.

Un adolescente de 13 años, que ya no era considerado de la zona porque se había mudado junto a su familia, yacía tendido entre las calles Terminal y San Francisco del barrio Jacinto Lara II, parroquia Miguel Peña.

Alrededor de las 10 de la mañana, mientras pasaba por la calle, sujetos le dispararon con presuntamente un revólver calibre 38. Sus padres desesperados le gritaban que se levantara, que por una vez hiciera caso. Entre la desesperación de la escena, el padre levantó el cuerpo entre sus brazos y corrió con él. Sus piernas no respondieron más y se desplomó en la siguiente esquina.

La familia ahora vivía cerca de la U. E Colegio Regino Peña, en la entrada de Bella Vista, el joven visitaba amigos y antiguos vecinos al momento del hecho. Se desconoce la identidad de los autores, sin embargo, de manera extraoficial se supo que un familiar del adolescente habría sostenido una discusión días antes del hecho. Las autoridades investigan el caso.

Funcionarios de la Policía de Carabobo resguardaron la escena.





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