Beatriz Rojas/@rojas_beatriz

Definitivamente no hay tubérculo que pueda sustituir a la harina de maíz precocida para elaborar las tradicionales arepas venezolanas, pese a que voceros del Gobierno intentan convencer a la población de lo contrario con la utilización de yuca, papa o batata.

Sin embargo, no a todo el mundo le gusta comer este tipo de tubérculos. De hecho la batata sobresale por su sabor dulce.

Si de precios se trata tampoco hay comparación. Un kilo de harina de maíz precocida a precio regulado cuesta Bs 19  y el que viene mezclado con arroz está en 225 bolívares. Los bachaqueros a precios especulativos, venden la harina hasta en Bs 400 , lo que es un duro golpe para la economía familiar. El kilo de yuca y batata en los mercados municipales y verduleros en general, es ofrecido en Bs 500.

El precio de la papa oscila entre mil y 900 bolívares en el mercado periférico de La Candelaria de Valencia, por lo que poca gente la compra.

El problema con la harina de maíz es que no es fácil conseguirla. Adquirirla en algún supermercado implica hacer una cola, algunas veces durante más de dos horas.

Masa lista

La alternativa que han asumido algunas familias es comprar masa lista de maíz pelado. Esta se está vendiendo en algunos negocios del norte de la ciudad, en mercado periférico de La Candelaria y en el área de comerciantes informales de Plaza de Toros. El problema es que el precio no es tan accesible como la harina en paquete. Un kilo cuesta entre 400 y 300 bolívares, pero no se pueden hacer la misma cantidad de arepas que con la industrializada. Además de no contar con permiso sanitario, la masa tiene la particularidad de que se debe mantener en refrigeración para que no se dañe.

En la avenida Bolívar Norte, sector Las Acacias, la comercialización de la masa lista de maíz pelado comenzó recientemente y hasta ahora no ha tenido mucha demanda. En los alrededores de Plaza de Toros los expendedores aseguran que la gente la está llevando bastante, al punto que llegan a vender 30 kilos en un día.

Otra alternativa es comprar el maíz pilado, pero requiere mayor esfuerzo, ya que es necesario sancocharlo, molerlo y amasarlo para poder hacer la arepa. Además tampoco está barato. Julio Hurtado, vendedor del periférico, dijo que comenzó vendiendo el kilo en 250, luego en 340, pero en 15 días ya subió a 480 bolívares.




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