AP

Asdrúbal Cabrera ha jugado con una dolencia en la rodilla izquierda desde los entrenamientos de pretemporada.

Durante el último mes, el torpedero venezolano se ha cargado a los Mets sobre sus hombros. Eso quedó plasmado el jueves, cuando su jonrón de tres carreras en el 11mo inning selló una dramática victoria 9-8 ante los Filis de Filadelfia que sostuvo a Nueva York dentro de los puestos de wildcards en la Liga Nacional rumbo al penúltimo fin de semana de la temporada regular.

«Estos son la clase de juegos y los momentos que te motivan, pese al dolor», dijo Cabrera a The Associated Press. «Tenemos las ganas de estar en unos playoffs en octubre».

Antes del jonrón de Cabrera, los Mets tenían marca 0-63 este año al ir perdiendo al cabo de ocho innings. Y le levanta la moral a un equipo que en la noche previa sufrió una desmoralizante derrota y barrida contra Atlanta, consumada cuando el jardinero Ender Inciarte atrapó sobre la cerca el que hubiera sido un jonrón decisivo de Yoenis Céspedes.

José Reyes, Cabrera y Céspedes — los tres primeros en el orden ofensivo — son los principales responsables que los campeones de la Liga Nacional sigan con vida dentro de una campaña en la que otros fácilmente hubieran naufragado ante tantos problemas físicos.

Horas antes al partido contra Filadelfia, el manager Terry Collins confirmaba que el esperado retorno de Steven Matz a la rotación el viernes había sido frustrado por dolor en el hombro izquierdo. Todo en la misma semana que una cirugía en el codo dejó fuera por el resto de la temporada a Jacob deGrom, otro de los estelares en el grupo de abridores.

Con Matt Harvey, deGrom y Matz fuera por lesiones, la rotación de los Mets ha quedado reducida a dos de sus componentes originales: Noah Syndergaard y el Bartolo Colón, el inagotable dominicano de 43 años. Ahora dependen de los tres novatos Robert Gsellman, Seth Lugo y Gabriel Ynoa, y probablemente uno de ellos tendría que abrir en el caso que avancen a la postemporada.

«Los buenos equipos saben recuperarse a las adversidades», declaró Reyes, quien en la baja del noveno disparó un jonrón de dos carreras para empatar el juego ante los Filis.

«Debo confesar que nunca me imaginé encontrarme en esta situación, jugando otra vez con los Mets de Nueva York», añadió Reyes. «Un momento increíble. Voy a seguir tratando de hacer todo lo posible para que este equipo pueda pasar a los playoffs».

Los Mets fueron el primer equipo de Reyes, debutando en 2003. También el único con el que ha vivido una experiencia de postemporada, en 2006. Se marchó como agente libre tras la campaña de 2011 y regresó este julio al ser transferido por los Rockies de Colorado, luego de purgar una suspensión de 59 juegos por un caso de violencia doméstica.

Su personalidad vibrante es uno de los factores por la que los Mets no han desfallecido pese a las lesiones, que también ha golpeado a jugadores de posición como el tercera base David Wright, el intermedista Neil Walker y el inicialista Lucas Duda).

Los cuatro titulares del cuadro interior al inicio del año han sufrido algún tipo de dolencia que ha ocasionado perderse el resto de la temporada (los casos de Wright y Walker), un largo periodo (Duda) y al menos dos semanas (Cabrera).

«Hay que saber aguantar los golpes», dijo Collins. «El juego de esta noche (jueves) personifica exactamente lo que es un temporada: altibajos y más altibajos. Lo único que puedes hacer es seguir insistiendo».

Eso es lo que mejor ha hecho Cabrera, adquirido como agente libre con un contrato de 18,5 millones de dólares y dos años.

En los 32 juegos que ha disputado tras salir de la lista de lesionados el 19 de agosto, el venezolano de 30 años batea para .365 con 20 hits de extrabases (incluyendo nueve jonrones), 22 carreras impulsadas y 20 anotadas. Su OPS de 1.126 es el segundo más alto de las mayores desde mediados de agosto, solo por detrás de Gary Sánchez, el novato prodigio de los Yanquis.

Y el jonrón de Cabrera contra Filadelfia — el cuarto que pone fin a un juego en su carrera — ha sido el hit más trascendental en la temporada de los Mets. Soltó su bate con desmedida euforia: «Sabía que había dado un jonrón apenas hice contacto».

«Cabrera es un tremendo profesional», destacó Collins. «Hay días en los que no toma su práctica de bateo para reservar sus fuerzas… Si no estuviera aquí ahora, la verdad es que no sé dónde podríamos estar».

Con foja de 81-72, los Mets comparten el primer comodín de la Nacional junto a los Gigantes de San Francisco. Los Cardenales de San Luis (80-72) se ubican medio juego atrás.

Nueva York cuenta con mejores opciones de volver a la postemporada que los Reales, el equipo ante el que sucumbieron en cinco juegos en la pasada Serie Mundial. Kansas City quedó eliminado en su división Central de la Liga Americana el miércoles y persigue a seis equipos por el wildcard. La última vez que los dos protagonistas de la Serie Mundial no pudieran pasar a los playoffs en la temporada subsiguiente fue en 2007, cuando Detroit y San Luis quedaron fuera.

«Hay que seguir peleando en cada inning hasta el final», afirmó Cabrera.




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