(Foto referencial)

Felícita Blanco

Cuatro tiros le dieron al albañil Gregorio Antonio Colmenares Aguilar (53) por no contestar las preguntas que le hicieran dos pistoleros motorizados, el sábado en la tarde, en la calle Magallanes, a la altura del kilómetro 8 de El Junquito.

Colmenares estaba solo, sentado en una acera, comiéndose un helado, a una cuadra de su vivienda, cuando una moto se le paró al frente. Los testigos no escucharon la pregunta que le hicieran porque no estaban cerca, pero observaron el gesto negativo del albañil. Después de oír los tiros vieron que la moto salía a gran velocidad, un vecino que socorrió a Colmenares lo llevó en su jeep al hospital Pérez Carreño, donde murió a las 7:00 de la noche.

El albañil tenía toda su vida viviendo allí y sus vecinos están consternados. Ignoran la identidad de los homicidas. Colmenares era el mayor de cuatro hermanos, dejó cinco hijos y cuatro nietos.

Su hermano Narciso Colmenares se enteró esa misma tarde porque una vecina le avisó y se trasladó inmediatamente al hospital.

“Cuando llegamos lo estaban atendiendo y como a las dos horas nos dijeron que había muerto. La inseguridad está desatada”, dijo.

Colmenares recibió los disparos en las piernas y al parecer le perforaron la femoral.




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