El cuerpo de un niño de 10 años, de la etnia wayuu, fue hallado en una zona boscosa cercana al parcelamiento La Concepción, en Palmarito, parroquia Independencia del municipio Tulio Febres Cordero (Mérida), al sur del Lago de Maracaibo.
El niño había sido visto por última vez por sus familiares, a las 11:00 am del martes. Su mamá, de 27 años, preocupada porque el niño no había vuelto a casa, acudió a la policía a notificar la desaparición en la noche de ese mismo día, por lo que se activó la búsqueda.
Efectivos de la Policía del Estado Mérida, con el Cuerpo de Bomberos de Nueva Bolivia hallaron el cuerpo en la zona. Estaba tendido entre la maleza, con la herida de arma blanca en el cuello.
“Por la profundidad del corte y la longitud, se presume que fue hecha con un machete”, informaron funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de la subdelegación Caja Seca, quienes comenzaron la investigación del homicidio del pequeño.
Según el diario Panorama, la Policía de Mérida no ofreció las identidades ni del niño asesinado ni de la familia.