Sara Pacheco
Desde hace 16 años, tal como lo explica un cartel colocado a un extremo de la vía El Paito, frente a la corresponsalía del sur de El Carabobeño, yace un bote de aguas blancas, que los vecinos más cercanos quisieron señalizar para las autoridades, peatones y conductores que se desplazaran por la zona.
En los alrededores existen al menos siete comunidades. La vía divide las parroquias Santa Rosa y Miguel Peña. Todos estos sectores cuentan con el servicio de agua los días martes y viernes, donde se evidencia la cantidad de líquido desperdiciado que asciende a miles de litros, debido al tiempo. Sin embargo, los días que no tienen agua por las tuberías, sigue brotando.
Ana Barreto, vecina de La Democracia, dijo que de arreglar el bote de líquido, no tendrían tantos inconvenientes con el servicio. “Estamos cansados de todos los días vivir de tobito en tobito. Los días que viene agua hay que salir como loco a agarrar lo que se pueda. Sino pagar cisterna. Así no se puede vivir”.
Hicieron un llamado a Hidrocentro. Los invitaron a acercarse al lugar, donde no solo existe este punto, hay otros espacios de la misma vía con inconvenientes parecidos. Que de ninguna forma han resuelto o intentado reparar los organismos.