Por Inma Tapia /EFE
Fotos: EFE
Actitud y porte, saber estar y
elegancia, todo se aúna a esta actriz que siempre deslumbra sobre la alfombra
roja y que lo transmite a la pantalla grande, por lo que fue premiada por el
sindicato de diseñadores de vestuario de Hollywood
Nacida hace 46 años en Melbourne
(Australia), Cate Blanchett ha sido siempre una mujer con estilo. Tanto en sus
trabajos cinematográficos como en su vida cotidiana, la actriz luce elegancia
gracias a su estilizada silueta y sus bien elegidos vestidos.
Tal es así que en la industria
cinematográfica, los diseñadores de vestuario, que están encantados con ella
porque es capaz de sacar todo lo mejor a la hora de portar una prenda, le
hicieron un reconocimiento público el pasado 23 de febrero, días antes de la
entrega de los premios Óscar.
Fue en la ciudad de Los Ángeles
donde recibió el premio Lacoste Spotlight que concede el sindicato de
diseñadores de vestuario de Hollywood y que se entrega a los actores o actrices cuyo talento y carrera personifiquen un
compromiso constante con la excelencia, incluyendo un conocimiento especial
sobre la importancia y el papel que desempeña en las producciones el diseño de
vestuario.
Un galardón que se suma a los
muchos premios que ha cosechado en su carrera, además de su reciente nominación
al Óscar por su interpretación en el
filme “Carol”, donde su estilo volvió a ponerse de manifiesto y donde muestra
un magnífico vestuario.
Llegando al estreno de la película
“Sicario”; en mayo de 2015, en el Festival de
Cine de Cannes
Auténtico icono
El sindicato de diseñadores precisó
que fue homenajeada “tanto por su talento incomparable, como por su aprecio por
el arte del diseño de vestuario y su colaboración con los creadores, que han
hecho de ella un icono dentro y fuera de la pantalla”.
Además agregan que este es un
premio “tanto por su talento incomparable como por su aprecio por el arte del
diseño de vestuario”.
Se dice en los círculos
profesionales que el caché de una actriz sube enteros si su presencia en la
alfombra roja de unos grandes premios profesionales acapara flashes por su
elegancia, pero para el diseñador de vestuario español, Paco Delgado, que
también fue nominado este año a los Óscar por su trabajo en “La Chica Danesa”,
comenta: “creo que es algo importante,
pero de ninguna manera
determinante, para conseguir un papel”.
“El paso por la alfombra roja sí
influye en la mente de los espectadores. La belleza, el glamur o el buen gusto
de una actriz o un actor -que cada vez se cuidan más- es importante”, continúa
comentado a Efe Delgado.
. A su llegada a la 73ª edición
de los Globos de Oro
El diseñador también reconoce que
hay personajes que requieren mujeres elegantes o con presencia. “Si vas a hacer
Madame Bovary te va a venir a la cabeza la imagen de una mujer elegante o el
papel no funciona. Otra cosa es que hagas una `madre coraje´ de Brech, y ahí el
director requiere otras cosas”.
Cate Blanchett, intérprete de
mujeres de carácter, como Isabel I de Inglaterra; la etérea Galadriel de “The
Lord of the Rings” o la más actual y arruinada, pero pese a todo
maravillosamente vestida, Jasmine, en “Blue Jasmine”, pone siempre una impronta
de elegancia y estilo, a pesar del peso de sus personajes.
“Carol” y Broadway
Una estela a la que se une su
personaje en el filme de Todd Haynes, “Carol”, en el que da vida a una mujer
lesbiana que desafía los convencionalismos de los años 50 del pasado siglo en
Estados Unidos.
La actriz australiana interpreta
en el filme a una mujer casada, elegante, sofisticada y de clase alta, que se
enamora de una dependienta de unos grandes almacenes (Rooney Mara), una
historia en la que el vestuario es muy importante y, por ello, su creadora,
Sandy Powell, está nominada al Óscar como Mejor Diseño de Vestuario.
“Mi trabajo consistía en ayudar a
crear los personajes y hacerlos creíbles entre sí y para el espectador. Quería
que Carol estuviera a la moda, pero sin excesos, alguien que un personaje como
Therese –el nombre en el filme de Mara- admirara y le impresionara”, apunta
Powell.
Y así aparece Blanchett, entre
sofisticada y terrenal, con las uñas pintadas sin mácula y con un perfecto
maquillaje que la sitúa en la clase alta neoyorquina. Una imagen que fortalece
con una mirada serena y un porte aristocrático.
Textiles nobles, sedas, tonos
grises y anaranjados, sobre todo, conforman con el camel una paleta de color
que le favorece, apoyada en la sofisticación que añaden pequeños tocados y
abrigos de piel.
Llegando a la ceremonia de los Óscar (2015) teatro
Dolby en Hollywood, California, EE.UU
En un año lleno de gloria, la
ganadora de dos Óscar –uno como Mejor Actriz por “Blue Jasmine” (2013) y otro a
Mejor Actriz de Reparto por “The Aviator” (“El aviador”, 2005)- fue homenajeada
en el mes de noviembre en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York por
reunir “la mejor tradición como actriz, con el valor para innovar y asumir
riesgos”, señaló en un comunicado la comisaría del departamento del museo,
Rajendra Roy. Una gala benéfica que en la que también resplandeció.
Aunque ha anunciado hace unas
semanas que va a dejar temporalmente el cine para dedicarse a su familia, ya
que en 2015 adoptó una hija, Edith Vivian Patricia, la intérprete se va a subir ahora a las tablas de Broadway con una adaptación que ha realizado su
marido, el guionista y dramaturgo australiano Andrew Upton, de la primera obra
de Antón Chekhov, “El Presente”.
“Los momentos de mi vida en los
que he desafiado las expectativas que los otros tenían de mí y las limitaciones
que me había impuesto han resultados ser siempre las experiencias más
satisfactorias”, manifestó recientemente la actriz en un evento en Tokio. Una
máxima que lleva, sin dudar, a la práctica.
La actriz con el Óscar conseguido a la mejor
interpretación por “Blue Jasmine” en 2013
