EFE
Un juez
federal estadounidense ordenó este sábado a la candidata demócrata a la Casa
Blanca, Hillary Clinton, responder preguntas por escrito a un grupo conservador
sobre el uso que hizo de un servidor personal de correos mientras era
secretaria de Estado.
La decisión judicial supone una victoria
a medias para el grupo, Judicial Watch, que había solicitado interrogar a
Clinton bajo juramento.
El uso por parte de Clinton de un servidor personal para enviar y almacenar
correos electrónicos mientras dirigía el Departamento de Estado entre 2009 y
2013 es uno de los principales caballos de batalla de sus opositores.
Mientras la mayoría de republicanos pide
que se la juzgue, algunos, como el propio candidato presidencial, Donald Trump,
han ido más allá al opinar que Clinton debería estar ya en la cárcel.
Sin embargo, a principios de julio el Buró Federal de Investigaciones (FBI, en
inglés) recomendó no imputar cargos a la ex secretaria de Estado por el uso de
los servidores personales, aunque concluyó que su comportamiento fue «muy
negligente».
Según el FBI, que investigó unos 30 mil
correos de Clinton, más de un centenar de estos contenían información
clasificada y apuntó la posibilidad de que actores externos y hostiles a
Estados Unidos hayan tenido acceso a esas comunicaciones.
Aunque esa decisión supuso un respiro para Clinton, la orden judicial de hoy
abre la puerta a que la polémica le salpique en la recta decisiva de los
comicios, previstos para el 8 de noviembre.
Según el magistrado que dictó la orden, Emmet Sullivan, la medida es una
oportunidad para que Clinton explique la finalidad de crear y operar los
servidores personales en labores relacionadas con el Departamento de Estado.
Judicial Watch tiene ahora hasta el 14
de octubre para presentar las preguntas por escrito a Clinton, que a su vez
dispondrá de 30 días para responderlas.
Un portavoz del equipo de Clinton, Brian Fallon, calificó los esfuerzos de
Judicial Watch como «tan solo otro intento de perjudicar la campaña»
de la ex primera dama.