Felícita Blanco
Alfredo Mendoza (39) tenía un kiosco de comida y chucherías en el sector La Esperanza, kilómetro 15 de la carretera Petare-Guarenas y trabajaba hasta el amanecer para atender a los clientes de un centro de apuestas.
El domingo a las 6:00 de la mañana cerró el kiosco y se dirigía a su casa, cerca de allí, cuando lo interceptaron, le dieron varios tiros, lo despojaron de 60 mil bolívares, cadena de plata y celular de última generación.
Su cuñada Carmen Jiménez contó que trataron de auxiliarlo, llevándolo al hospital del Llanito, pero era tarde.
Mendoza dejó cinco hijos, de 16, 14, 12, 7 años y el último de 3 meses.
De viernes a lunes fueron ingresados 44 cadáveres a la morgue.
Entre otras víctimas figuran los hermanos José Manuel Brito Estanga (18), caballerizo, y Emilio Alexander Brito Estanga (21), mototaxista.
El sábado salieron de su casa en el barrio Ramón Brazón, Km 15 de la Petare-Guarenas y el domingo los encontraron muertos en el sector Brisas del Araguaney.
Eran los únicos varones que tenía Damarys Estanga, porque el mayor lo mataron hace tres años. Le queda una hembra.
Otro comerciante
También fue asesinado el comerciante Mauro Franklin Figueroa (33), el domingo a las 7:00 de la noche, en la avenida principal de El Cementerio, cuando fue dejar en su moto a sus hijas de 10 y 3 años, que habían pasado el día con él ya que estaba separado de la madre de las niñas.
Lo interceptan unos motorizados, lo obligan a seguirlos unas tres cuadras y cerca del Seguro Social le dispararon en la cabeza y las piernas. Murió en el lugar.
Figueroa vivía en Quinta Crespo y tenía un puesto de venta de ropa de damas en El Cementerio.