El presidente de Ecuador, Rafael Correa, el pasado jueves amenazó
con ordenar apresar a aquellos afectados por el terremoto que pidieran ayuda a gritos o perdieran la calma.
Durante su visita a la localidad de Esmeralda, el mandatario
realizó esta advertencia en 2 oportunidades ante el desespero de los
ciudadanos.
«Aquí nadie me pierde la calma, nadie grita o lo mando detenido, sea viejo, joven, hombre o mujer. Nadie me empieza a llorar o a quejárseme por cuestiones que falten, a no ser por seres queridos que hayan perdido», dijo.
En distintas oportunidades, Correa ha mostrado una actitud
desafiante e insensible ante circunstancias adversas.
Con información de BBC Mundo