Dayrí Blanco|@DayriBlanco07
No había más opción. Apagar las máquinas en la planta Café Madrid instalada en Guacara fue la única alternativa ante el agotamiento de materia prima para procesar. Luis Castillo, presidente de la empresa designado por el fallecido presidente Hugo Chávez, estaba claro de esa situación y desde el 16 de mayo, cuando por segunda vez durante 2016 se detuvo la producción, insistió en la necesidad de importar el café verde necesario para mantener los más de 400 puestos de trabajo. Eso le costó el cargo y el miércoles 8 de junio en la noche, el ministro de Agricultura y Tierras, Wilmar Castro Soteldo, decidió destituirlo.
Esta salida no fue apoyada por trabajadores de la compañía según quedó claro en asamblea realizada la mañana del jueves. Tibisay Medina, representante de los 12 consejos comunales que son parte del programa punto y círculo que beneficia a unas 14 mil 700 personas de la zona con la distribución y venta directa del producto, dijo que la acción obedece a las denuncias hechas ante el incumplimiento constante de arribo de insumos prometidos por el ministro y la Empresa Nacional del Café que agrupa a las tres torrefactoras expropiadas en 2009 por el Ejecutivo.
Tras la detención de Café Madrid, las otras dos (El Peñón y Fama de América) se mantienen trabajando a 20% de su capacidad para estirar lo poco que les queda en inventario de granos verdes. El último cargamento que llegó fue en febrero y fue comprado con divisas viejas de negociaciones de noviembre y diciembre de 2015.
El insumo que entra a las líneas de elaboración de las plantas es su mayoría adquirido en el exterior tras la merma de la producción en campos nacionales que pasó de más de 300 mil quintales en 2003 a 500 en 2015, lo que representa una disminución de 99,83%. Esa caída obedece a que los trabajadores de campos venezolanos han migrado a otros rubros más rentables.
El precio controlado ha sido determinante. Desde 2012 no se ajustaba y se mantenía en 46,56 bolívares el kilo de venta al consumidor. El 15 de enero el sector solicitaba un aumento de 755,15 bolívares para cubrir los costos de producción, pero se recibió un incremento hasta 694,21 el 16 de marzo. 209% por debajo de los dos mil 150 bolívares que piden actualmente.
