Felícita Blanco

El diseñador de modas de origen colombiano, Diego Fernando Montenegro Rodríguez, de 58 años, fue hallado muerto en su domicilio, el pent house de la torre 4, del conjunto residencial Los Tulipanes, ubicado en la avenida 5 entre sexta y séptima avenida de Los Palos Grandes, municipio Chacao, al este de Caracas.

Montenegro vivía solo, su esposa y su hija residen en los Estados Unidos, tenía su taller en Catia y según la vecina Elizabeth Malavé, era un excelente profesional, reconocido en Caracas, Santo Domingo y otros países.

-Esto me ha afectado mucho porque yo lo conocía, era muy humilde, muy sencillo.

La doméstica  Luisa Ramos trabajaba por días en el domicilio de Montenegro, llegó muy temprano ayer y lo encontró tendido, bañado en sangre. –Todas las cosas estaban destrozadas, no sabía qué hacer, llamé a su prima y ella llamó a la policía.- Dijo la empleada muy temblorosa.

Ella no descartó que Montenegro hubiera sufrido un infarto, porque era paciente cardíaco, pero al ver la cantidad de sangre entró en pánico. Al edificio de 8 pisos llegaron comisiones de la Policía de Chacao, resguardaron el lugar y posteriormente acudieron funcionarios del Cicpc para levantar el cadáver.

Cinco vecinos de la tercera edad,  encabezados por otro  anciano que dijo ser presidente de la junta de condominio, intentaron impedir el trabajo de los periodistas de sucesos. El primero, sumamente exaltado, se dirigió al equipo de Venevisión y los increpó ¿qué hacen ustedes aquí?” porque estaban haciendo tomas en el estacionamiento del edificio.

Insistía en que eso era una propiedad privada, que la prensa no podía estar allí, por “amarillismo”, por “el morbo”, ya que “esta es mi casa, no es un barrio de Petare”.

Los periodistas cumplieron su labor hasta que ingresó la furgoneta para llevarse el cadáver. Una señora del edificio intentó excusar a los histéricos vecinos alegando que estaban “muy nerviosos”.

En el edificio viven un ex ministro oficialista y varios funcionarios consulares.

Montenegro se relacionaba bien con sus vecinos, y a veces lo visitaban sus empleados del taller de costura.

Las autoridades tratan de establecer si fue sometido por un extraño cuando llegaba al edificio o la persona entró con su víctima.

Unos vecinos escucharon ruidos como de golpes el martes a las 7 de la noche, intentaron comunicarse a través de las redes sociales entre residentes que se apoyan en Chacao por medidas de seguridad, pero no había internet. Otros dicen que se oyeron tres disparos, luego todo quedó en calma y se desentendieron hasta el día siguiente.

-Yo traté de averiguar, pero no tenía internet ni whatsapp. Dijo la señora Malavé.

El economista Roberto Casanova, director de la ONG Liderazgo y Visión,  vive en el edificio. Dijo que esta situación de violencia está en todo el país, no solo en Chacao, y precisó que las autoridades del municipio hacen lo posible por contrarrestar el problema de la inseguridad a pesar de los pocos recursos con los que cuentan.

Calificó como un hecho “terrible” que un vecino haya sido asesinado.

La Fiscal 41 Lesbia Almarza y el auxiliar Aldemaro González, fueron designados para investigar el caso.




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