Sara Pacheco
Juan Carlos Pérez y Bhrayan Rodríguez venden café de manera informal. Todos los días se despiertan muy temprano para llegar a su sitio de trabajo en el distribuidor San Blas. Entre las 4:30 y 5:00 de la mañana empiezan a comercializar lo que les ayuda a llevar el sustento a sus hogares.
Foto Saúl Zerpa
Tienen años en el mismo lugar y han notado que desde hace aproximadamente dos meses las condiciones han mermado. El sitio está totalmente oscuro. La falta de iluminación crea pánico no solo en ellos, sino en los miles de valencianos que esperan una unidad de transporte público en la zona.
Foto Saúl Zerpa
Cuando nosotros llegamos, comentó Pérez, se dañaba un bombillo y enseguida había alguien reparando la falla. Lo cambiaban rápido. Ahora nadie viene. Las únicas luces son las de la autopista, explicó mientras señalaba el tramo de la Autopista del Sur que les es más cercano.
Foto Saúl Zerpa
Hay otro aspecto que es preocupante en la zona, y es principalmente, la razón del tráfico en horas de la tarde. Sentido sur-norte, después del puente La Michelena, se generan largas colas que duran horas, debido a los huecos que existen en la zona.
Foto Saúl Zerpa
“Solo ayer cayeron tres carros. Se quedan aquí en frente cambiando cauchos o viendo qué hacer para seguir”, comentó Rodríguez. Un caucho de grandes dimensiones alerta a los conductores, pero con la falta de iluminación se transforma en una guillotina nocturna. Lo mismo ocurre en el otro sentido de la vía, los huecos han tomado protagonismo en la autopista.