Dhameliz Díaz

Tengo muy clara la importancia  del periodismo en una sociedad democrática y los riesgos del ejercicio profesional.” Periodista, Edison Lanza prefiere que sea su primera carta de presentación. Abogado después. Es el relator para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) desde 2014. “Hacerme abogado y especializarme en Derecho Internacional vinculado a la Libertad de Expresión me agrega conocimiento para cumplir tantísima responsabilidad”, expresa despojado de su condición de periodista para esta entrevista.
Lanza recuerda que los países han ratificado convenciones, tratados, declaraciones sobre prácticas de los derechos civiles y políticos.  Pero cuando se contrasta el marco jurídico de Venezuela con lo que indica el derecho internacional, se concluye que hay problemas para el ejercicio de la libertad de expresión con un efecto práctico: genera inseguridad jurídica.

-¿Cuáles son los obstáculos legales para el acceso a la información pública en Venezuela?
-La Relatoría ha documentado en sus últimos informes que el acceso a la información pública se ha hecho ilusorio en Venezuela. Se ha vuelto una suerte de declaración constitucional sin un efecto práctico.
En las decisiones de los organismos públicos y sentencias judiciales se invocan concepciones, esgrimen doctrinas y conceptos francamente contrarios a los estándares internacionales en materia de acceso a la información pública.
Este año estuve en Venezuela abogando por una ley de este tipo y porque se reformen las que regulan los medios de comunicación, para que no se conviertan en instrumentos de censura y hostigamiento. Esto además, pasa porque el Estado distribuya publicidad oficial y otros recursos de manera objetiva y transparente.

-En los seis primeros meses de 2016 se han cerrado seis periódicos en Venezuela, sin que se haya generado una reacción social 
-En un Estado que se vuelve autoritario es fundamental la protesta social y continuar el ejercicio periodístico a través de cualquier medio de comunicación.
En Venezuela se ha estigmatizado a quienes tienen opiniones contrarias con juicios por difamación e injuria, acusando de calumniadores a quienes ejercen el periodismo de investigación, incluso, entablando juicios penales por reproducir expresiones de terceros.
Otros mecanismos, más sutiles, son la no renovación de frecuencias y la adquisición de medios por empresarios vinculados al Gobierno para cambiar la línea editorial. Sin obviar las restricciones muy fuertes en la distribución de papel, hoy en manos de una empresa del propio Gobierno. Un cerco muy fuerte a la comunicación y al periodismo que no es dócil.

-¿Desde junio 2016 cuando visitó el país hasta la fecha ha registrado más deterioro?
-A todo lo que hemos hablado le sumaría la represión de las protestas sociales. Quedan pocos espacios para manifestar el descontento y se agrega la presencia de militares, prescrita en el derecho internacional para el manejo de las protestas y movilizaciones. Y a los periodistas se les impide hacer su trabajo en estos eventos sociales. Diría que el ejercicio de la libertad de expresión se ha agravado paulatinamente.

-¿Qué siente cuando un periodista es detenido por tomar fotografías de un ícono público caraqueño como El Calvario?
-Me imagino lo complejo de ejercer el periodismo en situaciones de restricciones tan severas, cuando el Estado se vuelve enemigo de la libertad de expresión. En Uruguay, al final de la dictadura, muchísimos periodistas denunciaban las restricciones. Eso debe hacerse, mantener al mundo informado. Cuando hay una situación de polarización y de censura como en Venezuela es imprescindible mantener el reclamo y la denuncia en contra de los que reprimen la libertades fundamentales, que no son otorgadas por los estados, sino inherentes a la personalidad humana.
Hacen bien los periodistas de El Carabobeño en seguir movilizándose y recordando permanentemente el cierre de su edición impresa,  porque la comunidad internacional también tiene una responsabilidad en torno a los gobiernos que conculcan los derechos.
-Ha destacado la importancia de las redes sociales para buscar y encontrar información, pero en Venezuela ya hay varios encarcelados por usarlas
-Cuando este tipo de gobierno despliega tantos instrumentos para limitar la libertad de expresión está buscando ocupar espacios. Es importante recordar que es obligación internacional  del Estado mantener una Internet libre y abierta, no interferir los contenidos o destinatarios; y de los ciudadanos estar alertas y denunciar cualquier intento de censura porque es una violación a la libertad de expresión. En Venezuela la democracia está amenazada en varios sentidos: por la falta de independencia de los poderes, por querer imponer solo la versión oficial. Son rasgos de gobiernos autoritarios.
Pero los latinoamericanos no queremos más dictaduras. No queremos más autoritarismo ni la perpetuación en el poder de una suerte de líder que se cree un elegido, llámese de vanguardia o como se quiera llamar. “Es un principio antidemocrático”. Lo que los latinoamericanos buscamos son sociedades democráticas donde puedan convivir distintos estratos sociales, tendencias políticas e ideológicas. El gran hallazgo de la libertad de expresión, su gracia, es respetar las expresiones que me agradan, pero también las que no comparto.

-La ONG Espacio Público solicitará medidas cautelares a favor de El Carabobeño. ¿Qué consideraciones hace la relatoría para aprobar estas solicitudes?
-El reglamento de la CIDH refiere a la gravedad frente al derecho vulnerado, la urgencia y la generación de un daño irreparable. No quiero extenderme en este tema, pero no es secreto nuestro pronunciamiento sobre  la falta de producción de papel, que pone en riesgo la continuidad de los medios de comunicación, en el que mencionábamos el caso de El Carabobeño.
Edison Lanza extraña el nerviosismo del cierre y reportar lo que acontece. “Pero es tan alta la responsabilidad en la relatoría, tan grande el trabajo y el honor de defender la libertad de expresión y el ejercicio periodístico, que la verdad, con creces, tengo mucha satisfacción y la compensación por no estar ejerciendo. Pero es una etapa bonita porque puedo estar al lado de periodistas del continente en esta etapa histórica.”




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