Ana Isabel Laguna || @anaisabellaguna

Entre 15 y 16 años: la edad promedio de las
jovencitas que llegaban embarazadas a la Unidad de Sexualidad y Salud
Reproductiva para Adolescentes,
ubicada en la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (CHET), cuando fue creada
en el 2010. Dato que alarmaba a los especialistas que las abordaban. Hoy: la
preocupación es mayor. Tristemente se están ‘embarazando’
entre los 10 y 11 años.

Casos que
forman parte de las estadísticas que mantienen a nuestro país como el segundo a
escala de Latinoamérica con mayor número de embarazos precoces.
Aunque en los
últimos 5 años viene liderando en este problema de salud pública, de acuerdo
con los registros de la Organización Mundial de la Salud.  


“Urge la
necesidad de difundir y crear conciencia sobre la importancia de la salud
sexual en los jovencitos. Nuestras adolescentes se están iniciando muy
tempranamente en la sexualidad, antes de la primera menstruación
”, reveló la
doctora Banesa Sanabria, especialista en salud sexual del adolescente, médico
adjunto al servicio de ginecología y obstetricia
de la ciudad hospitalaria Dr. Enrique Tejera, y quien dirige esta unidad.

Ante este
aterrador fenómeno, la especialista se pliega al lema de este año de la OMS: “Romper
el silencio”. Y la palabra clave es la “comunicación”. “Envuelve el concepto de
mirar un árbol y ver todas sus ramas, y de allí florecen los valores, es decir,
sus frutos. Por eso, tenemos que hablarles a nuestros niños y adolescentes
sobre sexualidad. Todavía hay padres con el cuento de que los ‘bebés los trae
la cigüeña”
.

Con un patrón común

Las
jovencitas que acuden a esta Unidad de Salud Sexual y Reproductiva, en su
mayoría, provienen del municipio Tocuyito y de las zonas adyacentes a la CHET.
Y presentan un patrón común: Provienen de familias disfuncionales, patrones
repetitivos como que su mamá tiene 24 años y ya su hija de 12 años también salió
embarazada a su misma edad
. En algunos casos, coinciden en estratos sociales,
hay pérdida de escolaridad, promiscuidad, alcoholismo, drogadicción, abuso
sexual, incluso, hasta llegar a incesto.
Y llegan al control prenatal
tardíamente, cuando ya presentan alrededor de las 16 semanas de gestación, con
amenazas de pérdidas, además de desnutrición.

“Factores
que a mí me gustaría eliminarlos en lo que a sinónimo de adolescencia se
refiera. Es que ellos son como unas esponjitas moldeables, en este momento de
sus vidas las hormonas están en el nivel más alto, con síntomas que no pueden
controlar como es la desubicación temporal, la contradicción, la omnipotencia.
Esto forma parte de su síndrome normal de la adolescencia. Pero hay que
llevarlo a cierto límite, trabajarlo y tratarlo para poder eliminar estos
factores de riesgo”
, advierte la doctora Banesa Sanabria.

La pérdida
de valores, también sería otra de las causas.“Pero, es que muchas personas no
apuestan a ellos. Trabajar con ellos es ir al campo, compartir con ellos, oír
sus necesidades, es incorporarlos a esa lucha, porque los adolescentes se
escuchan entre ambos. Allí está la clave. Y quizá el fracaso de ciertas
campañas es que utilizan una figura de la televisión, toda glamurosa,
transmitiéndoles un mensaje, tiene que ser un chico hablándole a su par”.

Analiza la
doctora Sanabria que los lineamientos para abordar a los adolescentes, están
bien realizados, porque han sido elaborados por personas preparadas en el tema.
Quizás lo que pasa es que si se quedan guardados en una computadora o en un
libro, tampoco se logra nada. Para que estas políticas tengan efectos, insiste
en que hay que hacer partícipes a los jóvenes de lo que queremos hacer con
ellos.

¿Y cuál es la manera de dirigirnos hacia
nuestros niños y adolescentes? ¿A partir de qué edad se les habla de
sexualidad?
“Parte
del programa S.O.S que tenemos en la Unidad son las conferencias en institutos
educativos y comunidades. Y es desde el maternal que tenemos que hablarles  y enseñarles a nombrar por sus nombres sus
órganos genitales, deben de conocer y saber sobre su sexualidad. Es de saber que
las familias se clasifican en restrictivas, abiertas, permisivas y dependiendo
de cada  familia se debe hablar del tema”.

Sanabria
observa que todavía hay familias que se horrorizan cuando se les habla de un
tema de sexualidad, de infecciones de transmisión sexual y sobre los métodos
anticonceptivos. “Piensan que tú le estás dando una herramienta para que salgan
a la calle a ‘comerse el mundo’, porque tienen conocimiento. ¡No,es así! Por la
Web y los medios de comunicación se habla de la sexualidad, pero hay que
hablarles a través de los cinco sentidos, lo que se ve, lo que se oye, lo que
se palpa, lo que se escucha, lo que se prueba. Buscar la manera de cómo llegarle
a la población, no solamente a los adolescentes, para prevenir estas consecuencias
tan lamentables
”.

El déficit
de anticonceptivos también estaría influyendo
.“Y en eso también hay que
educarlos; buscar las herramientas y hacerlo con las personas preparadas. No
podemos buscar información del amigo, del que está al lado, del vecino, del que
no está preparado, porque muchas personas no buscan las herramientas porque
piensan que ‘se las saben todas”, sentencia la especialista.

Aumentan casos de VPH, sífilis y gonorrea

Hay repunte
de infecciones de transmisión sexual, como de sífilis y de gonorrea, las cuales
se pensaba habían ‘quedado en el pasado’, de acuerdo con lo reportado en la
Unidad de Salud Sexual y Reproductiva de la CHET. Prevalecen en las chicas.
Pero lo que más le eriza a la doctora Sanabria es que la infección que encabeza
este cuadro es el Virus del Papiloma Humano.

Anteriormente,
nuestras mujeres tenían cáncer de cuello uterino a causa de un virus de
papiloma humano, a partir de los 50 años de edad. Ahora, este promedio también ha
bajado: adolescentes de 15 años ya se les diagnostica y con cáncer de cuello
uterino a los 24 años de edad.
“Esto tiene muchos factores de riesgos, como la
promiscuidad, no acudir al ginecólogo que es el mayor error porque 3 segundos
te pueden salvar la vida”.

Sobre la
lucha de que se termine de aprobar en el país la vacuna contra el VPH, para la
doctora Sanabria el mejor antídoto es la prevención. Y aunque se ha demostrado
que son 100 por ciento efectivas, solo son específicas para dos tipos de cepas
del VPH y este virus se ha multiplicado sobre las 200 cepas. Por lo que el
mejor emblema sería la educación sexual.

El VIH y
Sida también recobran importancia. Al menos, al día entre 10 y 15 casos de las
jovencitas que se acercan a esta Unidad de la CHET presentan estas anomalías.
Se registran hasta en niñas de 11 años con embarazos múltiples.

Ante este
panorama no tan alentador, el desenlace que se avizora es fuerte, por la
situación que hoy tenemos los venezolanos.

¿Qué hacer?

De acuerdo
con lo descrito por la doctora Banesa Sanabria:

-Que el Estado
vaya de la mano en la lucha por mejorar esta situación. Ya los lineamientos en
políticas públicas para esta área están perfectamente hechos. En la ejecución
está la interrogante.

Hacia los
padres: Buscar orientación. Unirse en buscar herramientas y hay personas
preparadas para brindarles esas estrategias, para que sepan orientar y educar
al adolescente.

A los
colegios, orientadores y educadores: A prepararse cada día más para poder
brindar la orientación y educación sexual que necesitan los adolescentes
, para
evitar todas estas complicaciones y no pierdan sus proyectos de vida.




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