Felícita Blanco
El experto químico del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas (Cicpc), Emilio Rafael Hernández Esculpi (42), fue ultimado
dentro de su vivienda por unos delincuentes que entraron a robar, en el sector La Manguera, de la comunidad
rural de Tacagua Vieja, adyacente a la autopista Caracas-La Guaira.
El jueves a las 9:37 de la noche, Hernández descansaba en la sala con su
hija de 16 años mientras veían televisión. En otras áreas de la casa se
encontraban la esposa con su bebé de 7 meses y otros miembros de la familia.
Diez hombres con armas largas y granadas entraron por la parte posterior y
sorprendieron al funcionario. Para proteger a su hija la cubrió con su cuerpo,
a el lo apuntaron en la cara con una escopeta y en medio del nerviosismo,
agarró el cañón del arma y lo bajó, el delincuente disparó y le dio en la
pierna izquierda, perforándole la femoral.
Hernández comenzó a desangrarse, los delincuentes emprendieron la huida,
solo se llevaron los celulares de las víctimas y a medio camino dejaron
abandonado un televisor.
Al funcionario lo ingresaron con vida al hospital periférico de Catia, pero
había perdido mucha sangre y murió al sufrir un shock.
Hernández era egresado del Instituto Universitario de Tecnología (IUT),
tenía cinco años trabajando en el laboratorio del Cicpc, también era diseñador
gráfico y nunca quiso portar arma de fuego.
Presumen que los delincuentes entraron a robar en la casa y al darse cuenta
de que Hernández era funcionario pretendían apoderarse de un arma de fuego.
“Era pacífico, dedicado a su hogar, extremadamente sano, noble, trabajador,
echado para adelante”, expresó su hermano José Hernández.
Hernández era el mayor de tres hermanos y tenía casi 20 años de casado.
Tacagua Vieja es una zona rural en la que se asentaron familias españolas y
portuguesas hace varias décadas, dedicadas al cultivo de legumbres y
hortalizas.
Con Hernández suman 81 funcionarios policiales asesinados en lo que va de
año en la Gran Caracas.