*** GOLPE Y PORRAZO. El presidente Maduro, acostumbrado a vivir en un avión
desde que Chávez, sin revisar credenciales ni cultura diplomática, lo había
nombrado su Canciller, dejó el sábado atónitos a los jefes de Estado y de
Gobierno que lo esperaban en Cartagena, y no por lo que podía abonar a la XXV  Cumbre Iberoamericana, sino para saber de lo
que está hecho y si tenía cojones para defender a su régimen. Pero nada,
prefirió salirse por la borda, como es su costumbre, excusándose 5 horas
después de haber confirmado asistencia, y en su lugar envió a Delcy Rodríguez a
tirar piedras y a recibir las suyas. En la inasistencia, además de su culillo,
privó el pánico que lo persigue en estos momentos, y que se hizo más latente desde
el viernes por la noche, después del paro nacional, cuando recibió un informe
confidencial de la situación interna que sacude la estructura militar, y que es
para coger el cerro. Ensordecedor, el ruido de sables y movimientos en los
cuarteles.

***TESTIGO CLAVE. A la misma hora  en que el Papa Francisco atendió a Maduro en
la Santa Sede, en el despacho contiguo tenía desde hacía rato al jefe de los
Jesuitas del mundo, al padre venezolano Arturo Sosa, quien le entregó
argumentación completa adicional sobre la crispación de Venezuela, y que le
sirvió de mucho al Sumo Pontífice para su trato ácido con el atribulado  gobernante, a quien recibió en audiencia
privada. El encuentro no duró 30 minutos, pero el tiempo suficiente para que el
ilustre prelado le dijera las cuatro verdades a su visitante, quien de allí
salió con “el rabo entre las piernas” a seguir abogando por su diálogo, pero
arrogante y pendenciero, como cualquier arrabalero. Ni que te vistas de seda.

*** GAJO A GAJO. En las diligencias montoneras realizadas ante el CNE
para forzar a los partidos a actualizar de nuevo sus recaudos de formación y
organización, fue determinante el concurso alevoso de Francisco Ameliach, con
evidente mala fe, todo lo cual no contó con el apoyo consensual ni del PSUV ni
de Maduro, obligando la congelación del propósito, con apoyo más tarde del TSJ,
dejándose entrever a las claras que los radicales, contado entre ellos a FAO,
no han podido avanzar mucho en el control del partido. En este grupo,
claramente identificado, cada integrante tiene razones particulares en sus
movimientos, a saber: El Aissami, por ejemplo, dado su origen y accionar
islámico, USA lo mantiene a pan y agua, al punto de que sus actos son
vigilados, grabados y filmados, y no lo dejan ni moverse solo, desde hace años.
A Diosdado Cabello, como Ramos Allup dice siempre, Chávez lo desheredó en vida,
por órdenes de los Castro y porque en sucesos del 12-A pegó la carrera y
disfrazado de enfermero se escondió en la Torre de Control de Maiquetía. Después
perdió con Capriles la gobernación de Miranda, en el mejor momento del chavismo,  terminándose de desgraciar. Les llega su
sábado, poco a poco.

*** LUCES DE BENGALA. El mismo diputado Cabello no está conforme con controlar
únicamente los impuestos a través del Seniat. Quiere también a Empresas Polar,
al tiempo que Ameliach agota recursos y trabaja por ponerle la mano al PSUV,
con lo que ambos, en llave perfecta, se quedarían con herramientas por demás
esenciales y útiles para las negociaciones que ya ven al cruzar la esquina, una
vez que pasen a ser la primera fuerza de oposición, en el futuro inmediato.
Mientras ocurre esto en predios rojos-rojitos, el sector del 4-F que también se
mueve con soltura propia en el chavismo, pesos pesados del ala militar, apuran
el paso a favor de las megaelecciones, vistas como solución a la crisis del
país. En la estrategia trabajarían Miguel Rodríguez Torres y los Alcalá
Cordones, de reconocida pegada en las FANB. A buen resguardo.

*** LUCHA DE TITANES. Con fuerza y seriedad trasciende en las vecindades de
la iglesia católica venezolana, el desgano si es que no la inconformidad de la
CEV con el Papa, por haber enviado al Nuncio, Emil Paul Tscherrig, como
conciliador en la crisis venezolana, pues si bien cierto es que tiene una
curtida experiencia en la atención de conflictos y una amplia experticia
diplomática, no está suficientemente empapado de la gravedad de lo que ocurre en la tierra de Bolívar y, además,
es muy pobre el dominio de su  español, como
para asimilar y entender la magnitud y exigencias del caso. Pero aún así, el
comisionado del Vaticano recibió y tiene  en su misión todo el apoyo del Episcopado
Nacional. Dios proveerá.

*** CANDELA PURA. Pese a las angustias y temeridades que crecen en el
gobierno, por lo que parece es una decisión irreversible e irreverente, sin
marcha atrás, la que anima a la oposición de avanzar hacia Miraflores el
próximo jueves 3, a nivel superior se diseñan medidas convulsionantes urgentes en
la previsión y defensa del régimen, tomando como base lo ocurrido en abril-2002,
cuando fue, precisamente, al calor y furor de una manifestación del pueblo, que
se encaminó al mismo lugar, la que hizo que el presidente Chávez se entregara a
las fuerzas militares, que ahora también y con mayores ventajas y razones,
pudieran estar pensando en quedarse con el poder y los “corotos” de la
encomienda popular. Pa’lante, que atrás espantan.

*** PLATOS ROTOS. Los ex ministros Héctor Navarro y Ana Elisa Osorio y
el ex alcalde de Caracas, Juan Barreto, están en la mira para de un momento a
otro aparecer en una decisión de la Contraloría General, como indiciados de
lujo en actos de corrupción, con lo que no solo se busca intimidarlos y frenar
su accionar político, sino de presentarlos como testigos vivos, de lo que es
capaz de seguir haciendo el régimen de Maduro, contra todo aquel que ande en la
acera del frente. En el mismo saco habían metido a Jorge Giordani, pero Raúl
Castro, enterado de la situación, interpuso la advertencia de que enjuiciarlo a
él, sería como enjuiciar a Chávez y de inmediato lo sacaron de la lista. Perro
que ladra no muerde.

*** PATAS ARRIBA. Industrias Venoco, aquel emblemático grupo fabril que
fundó Julio Sosa Rodríguez, con su emporio principal en Guacara, está corriendo
la misma suerte adversa de todas las empresas expropiadas por la “revolución
chavista” y ahora mismo entró en terapia intensiva y sin remedio. La crisis se
veía venir inexorablemente desde el momento de su ocupación forzada, por allá
en 2010, cuando una comisión interventora se hizo cargo de las operaciones y
manejo de los negocios, sin entregar cuentas a nadie, ni siquiera al gobierno. Luego
en 2014, Asdrúbal Chávez, entonces ministro de Energía y Minas, quiso enderezar
los entuertos, vicios y vagabunderías reinantes en Venoco, ahora llamada PDVSA-Vassa,
nombrando a otros interventores, pero corriendo con similar destino, porque los
nuevos jefes, igual que los anteriores, llegaron con las mismas intenciones,
dándole palos a la piñata a diestra y siniestra.  Y, otra vez Rafael Ramírez aparece en escena,
como el gran beneficiario en el reparto de dividendos y en la quiebra de esta
fábrica de grasas y lubricantes, que tuvo prestigio internacional. La cabuya es
larga y lo que es igual, no es trampa.

 




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