Felícita Blanco

Vecinos y familiares de Johan Manuel González Viñoles, barbero de 33 años, ultimado por funcionarios de la Policía del estado Vargas por no detenerse en una alcabala, protestaron ayer en la avenida Carlos Soublette, a la altura del elevado de Pariata, Maiquetía, para pedir justicia.

Su prima Yamilet Tortoza relató que González Viñoles trabajaba en una barbería en La Atlántida, Catia La Mar, cumplió años el jueves 15 y el sábado lo celebró con amigos y compañeros de trabajo en el club del Círculo Militar de Mamo.

Esperaron que amaneciera para irse a sus residencias debido a la inseguridad, González pasó en su moto por la alcabala policial en la avenida La Armada, en La Marina, de Catia La Mar, le dieron la voz de alto pero no se detuvo y le dispararon. Estaba trasnochado y se dirigía a su residencia, en La Esperanza, Carayaca, donde lo esperaba su esposa. Dejó dos hijos, uno de 10 años y otro de 8 meses.

Recibió un tiro en la espalda, regresó hacia los policías para que lo auxiliara, pero se lo llevaron en sentido contrario y lo lanzaron por un barranco de 15 metros en la vía de Oricao. La moto la tiraron hacia la playa, en La Zorra.

Hubo testigos de lo ocurrido en la alcabala, sus familiares comenzaron la búsqueda, denunciaron y lograron que el Cicpc detuviera a los funcionarios, quienes indicaron el sitio donde estaba el cuerpo que fue rescatado por los bomberos. 

Los policías Luigi Rodríguez, Euclides Tovar y Robert Arévalo, están en proceso judicial.





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