EFE

Estados Unidos cerró el programa
de atletismo dentro del estadio con sendas medallas de oro en relevos 4×400
metros, permitiendo a una de sus componentes, Allyson Felix, aumentar a seis su
cuenta de medallas de oro
que la convierten en la atleta con más oros de la
historia.

Félix, que faltó a la ceremonia
de entrega de medallas de 4×100 para correr también este relevo, ya había
conseguido oros en 4×400 (Pekín 2008 y Londres 2012), 200 (Londres 2012) y
4×100 (Londres 2012 y Río 2016), además de sus medallas de plata de 200 en
Atenas 2004 y Pekín 2008 y de 400 aquí en Río.

El relevo largo femenino
estadounidense formó con Courtney Okolo, Natasha Hastings, Phyllis Francis y
Allyson Felix, que remató la carrera con un crono de 3:19.06.

La actual campeona mundial,
Jamaica, con Stephanie McPherson, Anneisha McLaughlin, Shericka Jackson y
Novlene Williams, llegó segunda con 3:20.34, seguida de Gran Bretaña con
3:25.88.

En la posta masculina Estados
Unidos recuperó el título que, contra todo pronóstico, cedió a Bahamas hace
cuatro años en Londres.

El cuarteto formado por Arman
Hall, Toni McQuay, Gil Roberts y LaShawn Merritt dominó la carrera de principio
a fin y cerró con 2:57.30, más de un segundo por delante de Jamaica, que llegó
de atrás en la recta para colgarse la medalla de plata con 2:58.16, y los
defensores del título, Bahamas, se llevaron el bronce con 2:58.49.

Mo Farah repitió doblete de fondo

El británico Mo Farah, cinco
veces campeón mundial y europeo en pruebas de fondo (5.000 y 10.000), consumó
en Río su segundo doblete olímpico consecutivo al ganar los 5.000 metros con un
tiempo de 13:03.30.

El etíope Hagos Gebrhiwet llegó
segundo en 13:04.35 y el estadounidense Bernard Lagat, de 41 años, consiguió la
medalla de bronce con 13:06.78.

Sólo un atleta, el finlandés
Lasse Viren en Montreal’76, revalidó el mismo doblete del fondo a lo largo de
la historia olímpica.

La insólita eliminación de los
tres kenianos en primera ronda facilitaba, en teoría, el trabajo de Farah. Por
vez primera en 36 años la primera potencia africana del fondo no estaba en la
final de 5.000 metros.

La batalla quedaba reducida, en
consecuencia, a un choque entre el británico y los tres etíopes: Hagos
Gebrhiwet, dos veces medallista mundial; Dejen Gebremeskel, subcampeón olímpico
y con marca personal siete segundos mejor que la de Farah, y Muktar Edriss, que
en 2014, con solo 20 años, encabezó el ránking mundial con 12:54.83.

Por su parte, la sudafricana
Caster Semenya, campeona mundial de 800 metros en 2009, bajó su récord personal
hasta 1:55.28 y se proclamó campeona olímpica con gran autoridad sobre el
resto, avivando la polémica sobre el hiperandrogenismo que padece.

La burundesa Francine Niyonsaba
llegó a continuación en 1:56.49 y la keniana Margaret Wambui completó el podio
con 1:56.89, igualmente récord personal.

Invicta durante en ocho carreras
este año, Semenya -plata en Londres 2012, tras la rusa Mariya Savinova- llego a
Río con el título africano y la mejor marca mundial en diez años: 1:55.33,
conseguida en Mónaco. Ahora la ha mejorado, incluso.

La burundesa Francina Yiyonsaba,
campeona mundial en pista cubierta, y la keniana Margaret Wambui, bronce
mundial en 2016 y campeona del mundo sub-20 hace dos años, aspiraban a la
medalla de plata como horizonte máximo, dada la enorme superioridad de la
sudafricana en el segundo giro.

Wambui, jugadora de voleibol,
suscitó con su título sub-20 una polémica similar a la que rodeó a Semenya tras
sus exhibiciones en 2009.

La burundesa Francine Niyonsaba,
sexta en Londres 2012, marcó un fuerte ritmo durante vuelta y media (57.49 el
400, 1:26.72 el 600) y la sudafricana sólo compareció en la curva para salir ya
por delante y alejarse incontenible hacia la meta.

Sus dos grandes marcas de este
año son las mejores del mundo en el último decenio.

La española Ruth Beitia, la mayor
de las 17 finalistas con 37 años, pudo al fin ver realizado el sueño de su
larga carrera deportiva al proclamarse campeona olímpica de altura con un salto
de 1,97 metros.

La búlgara Mirela Demireva y la
croata Blanka Vlasic, que saltaron lo mismo que la española, pero con más
fallos, la acompañaron en ese orden en el podio.

No estaba la campeona de Londres
2012, Anna Chicherova, por el veto a Rusia por «dopaje de Estado».




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