Ronmer Piamo

Fotos: Cortesía: Gerardo Estrada

Desde América Latina, hasta
Rusia, pasando por Alemania, Austria, Polonia y Bielorrusia, solo por mencionar
algunos países. Este director de orquesta venezolano se ha presentado en
los escenarios más importantes alrededor del mundo. En mayo de 2015 se alzó con
“La Batuta de Oro”, el máximo galardón del Concurso Internacional de Dirección
de Orquesta 3.0 realizado en España.

Pareciera que el extenso currículo de Gerardo Estrada
no cabe en los 35 años que tiene. Este caraqueño de contextura robusta y pelo
rizado, impresionó hasta el mismísimo actor danés Nikolaj Coster-Waldau
-Jaime Lannister de Juego de Tronos (Games of Thrones)-, cuando escuchó el año
pasado una versión de la banda sonora de la serie interpretada y arreglada por
Gerardo junto a la Orquesta sinfónica y el Coro de la ciudad de  Mogilev, Bielorrusia en julio de 2015.

Coster-Waldau, quien marcó el tuit
con el video como favorito, expresó en su cuenta de Twitter que la
interpretación del venezolano le pareció «Muy impresionante» y se
interesó por la locación del concierto, a lo que Estrada respondió agradeciendo el
cumplido, contestando a su pregunta y aclarando que a pesar de que el concierto
es en Bielorrusia su nacionalidad es venezolana.

“El tema que interpreté fue
una versión de “Las lluvias de Castamere” de la segunda temporada, unida al
tema principal que arreglé y dirigí en ese concierto. Subí el video en Twitter
y se comenzó a divulgar. Mi sorpresa es que el actor lo marcó como favorito e
hizo pública su buena impresión sobre la interpretación. Algunos de los
artistas de la serie se hicieron eco y tuitearon la versión «con sello
venezolano»”, relata sorprendido el joven músico.

Pero esta no ha sido la única sorpresa
que ha recibido en su trayectoria. En 2015 se alzó con la “Batuta de Oro”, el
máximo galardón del Concurso Internacional de Directores de Orquesta 3.0
organizado por la Escuela de Dirección de Orquesta y Banda “Maestro Navarro
Lara” con sede en España
y la Orquesta Sinfónica de Paraguay, donde participaron alrededor de 80
maestros de todo el mundo en un maratónico evento que tuvo varios meses de
duración. Fue un proceso que el mismo Gerardo lo define como “largo y
emocionante”, con una presencia hispanoamericana bastante significativa, a tal
punto que quedaron tres sudamericanos en la final, hasta que el jurado se
decantó por el criollo.

“Para mi es un punto muy alto que
sirve como faro e ilumina lo que está por venir. Es importante tomarlo con la
humildad debida, sin olvidar las raíces de donde venimos. Y saber que es un
logro, pero que el camino aún es largo y hay que vivirlo paso a paso. El
recuerdo más emocionante sin duda alguna fue ese momento en la ceremonia de
premiación en que me tocó dirigir nuestro himno nacional. El alma estaba llena
de orgullo y a la vez de sentimientos vivos, haciendo de cada nota un canto de
amor a nuestra Patria”, recuerda.

«Respecto a la música de «Juego de Tronos»
estoy preparando una gran sorpresa que de seguro va a gustar mucho a los
fanáticos de la serie…Sobre todo a los venezolanos»


El también director fundador de la Orquesta
Bolivariana del estado Carabobo, donde llevó a cabo innumerables conciertos en
el país, es egresado de la Escuela de Dirección de Orquesta y Banda Maestro
Navarro Lara” con sede en Huelva, España y ha sido discípulo de los Maestros Rodolfo
Saglimbeni y Francisco Navarro Lara.

La interminable lista de
participaciones de Gerardo reúne a países y orquestas entre las que destacan: la
Orquesta Sinfónica Estatal de Bielorrusia, la Sinfónica Presidencial de
Bielorrusia, la Orquesta del Collegium Musicum de Trier (Alemania), la
Sinfónica del Cusco (Perú), la Orquesta de Cámara de Lanús (Argentina),
Orchester der Wiener Tonkunstvereinigung (Viena-Austria), Wallersee Philarmonia
(Salzburgo-Austria), Philarmonic Orchestra of Czsestochowa (Polonia), la Sinfónica
Estatal de Moscú (Rusia) y la Orquesta Filarmónica de Lisboa (Portugal), entre otras. 

“Siempre es una gran experiencia
y un constante aprendizaje. Nunca falta esa emoción de llegar a pararse frente
a una sala llena de maestros desconocidos que están a la expectativa de lo que
tú puedes hacer. Y por supuesto, al final, la gran satisfacción del trabajo
bien hecho, que deja huella en lo musical y lo humano”. 

Gerardo Estrada es actualmente el Primer Secretario
de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en la República de Bielorrusia
y coordinador del Centro Cultural Latinoamericano Simón Bolívar en Minsk, Bielorrusia.

«Los directores somos un poco como
los arqueólogos a la búsqueda de tesoros escondidos»


-Has estado ligado a la música toda tu vida, ¿qué es lo que te apasiona
de ella?
El poder que tiene para conmover los corazones de forma directa. Los mil y
un medios que te regala para expresarte. La capacidad que tiene para cambiar el
mundo y unir a los seres humanos. ¡O todo lo contrario!

¿Qué es para ti la música?

La música es el ritmo de la vida
misma, a veces calmo, a veces frenético, siempre apasionado y siempre presente.
Es la voz de Dios hablándonos sobre su creación. Puede ser un arma para la
destrucción o una herramienta para construir maravillas. Es la esperanza de un
mundo que pide paz a gritos.

¿Por qué decidiste ser director de orquesta? ¿Cómo fue ese acercamiento
al mundo de la música?

-Desde los 3 años y medio estoy
tocando el violín gracias a que mi hermana me regaló el instrumento, a esa
tierna edad, a raíz de mi deseo expreso de querer aprender a tocarlo. A medida
que fui creciendo en el instrumento empecé a descubrir la relación con los
demás músicos. La importancia del trabajo en equipo, en lo musical y lo humano y
de ahí sentí una gran fascinación por la música de los grandes compositores.
Comencé ayudando a mis maestros a hacer los ensayos de la cuerda. Y así le fui
agarrando el gusto a la cosa.

Momento de la premiación en el Concurso Internacional de Dirección de Orquesta 3.0 realizado en España


-Has colaborado en diversos países y con diferentes orquestas ¿qué nos
puedes decir de esa experiencia?

-La música es una forma
maravillosa de abrir caminos, conocer personas, lugares increíbles y llegar a
los corazones de gente de distintas latitudes. Cuando ves la reacción similar
de un polaco o un dominicano, de un ruso o un portugués, te das cuenta de que
el alma nos une, de que son muchas más las cosas que nos unen que las que nos
separan y eso te hace pensar mucho, pensar sobre el mundo que podríamos tener y
el mundo que tenemos. Te da fuerza para luchar por esos ideales.

¿Cómo podrías resumir este ascenso tan rápido que se ha dado en tu
carrera?

-Lo podría resumir como el fruto de un trabajo constante, muchas veces en
contra de la adversidad y en constante auto-superación que ha recibido
abundantes bendiciones desde lo alto y el cariño de mucha gente que le ha dado
soporte a lo que soy, y que me ha enseñado mucho.

-¿Hay algún director -del pasado o del presente- que tengas como
modelo, que admires o que sientas que tiene un temperamento parecido al tuyo?

-Admiración por muchos, respeto
por todos, por los pioneros, los grandes maestros del pasado y por todos los
que en el presente mantienen viva esta profesión. Obviamente siento mayor
afinidad por las versiones de uno u otro en distintos casos, pero creo que el
temperamento de cada uno es determinante y le da un sello personal a todo lo
que haces con la batuta.

¿Cuáles son los compositores cuyas obras te inspira más dirigir?

-¡Esta también es una pregunta
muy difícil! Ciertamente hay obras de grandes compositores que siempre están
dentro del alma, pero tengo un especial cariño por la música de los
compositores latinoamericanos. Trato siempre de programar algo de ellos cuando
es posible, sobre todo de los venezolanos. También, me buscan mucho para la
música sacra. En opinión de algunos, se me da bastante bien y eso para mi es un
honor por ser un hombre de fe. Pero cada obra tiene algo maravilloso que está
esperando ser descubierta. Los directores somos un poco como los arqueólogos a
la búsqueda de tesoros escondidos.

¿Qué sientes cuando estás en pleno escenario?

Antes de subir al podio siempre
hay emoción, algo de nervios y pensamientos acerca de la gran responsabilidad
de estar allí. Al entrar en el calor del concierto solo hay disfrute. Un libre
navegar por el mar de emociones que el compositor nos regala en cada
nota. 

¿Qué planes tienes a futuro? ¿Con qué
sueñas?

-El futuro siempre se presenta
apasionante y hay muchas propuestas que espero concretar. Giras, conciertos,
grabaciones, importantes colaboraciones, nuevos horizontes. Todo eso está en
planes y siempre trato de compartirlo oportunamente con todos mis seguidores,
especialmente en mi Venezuela, por que si sueño con algo, es con ver sonreír a
mi gente y regalarle lo mejor de mi a todos y a cada uno sin ninguna
distinción, pues así como yo, somos muchísimos los venezolanos que le ponemos
el alma a lo que hacemos y que queremos enaltecer esta patria hermosa con cada
respiración de nuestro ser. 

 Otros logros de Gerardo Estrada

  • Participó en la ceremonia de inauguración de la
    Serie del Caribe 2006, la inauguración de la Copa América para niños especiales y
    el Festival de Música Sacra de Carabobo dirigiendo el Réquiem de Andrew
    Lloyd Webber.
  • Ha actuado como director invitado de distintas
    orquestas en Venezuela, destacando sus actuaciones al frente de la
    Orquesta Filarmónica Nacional de Venezuela y la Orquesta Sinfónica
    Municipal de Caracas, junto a 
    distinguidos solistas de renombre internacional.
  • Fue decretado Visitante Distinguido por la
    Municipalidad de Barahona en República Dominicana y distinguido con el
    botón dorado de la Real  Academia de
    la Música de Valencia, España.
  • Fue Secretario de Cultura del Estado Carabobo
    durante el periodo 2006-2008. Es Académico correspondiente al plan de
    cooperación internacional de la Real Academia de la Música de
    Valencia-España.
  • Ha sido distinguido con la Orden Batalla de
    Carabobo en su 1era clase, medallón dorado, con la Orden Juan José Mora en
    su 2da Clase, gran comendador.
  • Ha dirigido los montajes del “Cascanueces” de P.I
    Tchaikovsky (noviembre 2013-diciembre 2014) y “Giselle” de Adolph Adam
    (marzo 2014) en el Teatro Musical Académico de Minsk.
  • En septiembre-octubre de 2014, realizó una gira por
    América Latina dirigiendo conciertos con la Orquesta Sinfónica Nacional de
    República Dominicana en Santo Domingo, la Orquesta Sinfónica de Loja en
    Ecuador, la Orquesta Sinfónica de la Red de Formación Musical de San Juan
    de Pasto en Colombia, donde también dictó un masterclass de dirección
    orquestal y la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos en Paraná, Argentina.



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