Marianela Ágreda Armas
Ya no son solo las penurias que deben sufrir pacientes con la falta de medicamentos y escasez de insumos médicos. Al castigo que significa enfermarse en Venezuela se suman condiciones de insalubridad que rodean los centros asistenciales.
Un gran foco de contaminación se erige en los alrededores del Hospital Central de Maracay. Los cerros de basura son cada vez más altos.
Moscas, roedores, animales rastreros, de todo hay en el lugar ante un ineficaz servicio de recolección de basura en Maracay, la otrora Ciudad Jardín de Venezuela.
El panorama empeora cuando se trata del principal centro asistencial de la región central el que se encuentra afectado por el gran foco de contaminación.
Entre los desechos se observan cantidades de monos quirúrgicos, parte del equipo que utilizan pacientes y personal en el área de quirófanos. No se descarta que entre el promontorio también se encuentren desechos orgánicos.
Olga Caballero tiene a un hermano hospitalizado tras un accidente de tránsito. Aseguró que los alrededores del HCM y sobre todo a primeras horas de la tarde, los olores son insoportables.
La alcaldía de Girardot no ha informado sobre los problemas en la recolección de desechos que presenta en los último días y que coloca en riesgo la salud de quienes hacen vida en las inmediaciones del Hospital Central de Maracay.
A mediados de junio, el presidente del Instituto Autónomo para el Manejo Integral de la Basura (Iamib), Romel Solórzano, informó sobre una falla técnica en la maquinaria principal que mantenía inoperativo el vertedero de San Vicente. Más de 20 días han transcurrido y la contaminación ambiental se apodera de los maracayeros sin que exista respuesta oportuna y eficiente.
El caso Mario Briceño Iragorry con las trabas políticas que originaron la crisis sanitaria por problemas en la recolección de basura en el municipio, parece haberse trasladado a Maracay, esta vez sin justificación, porque se trata de una sola línea, un solo gobierno.
