Felícita Blanco

Allegados de Juan David Oliveros García (27), el universitario abatido el
lunes en la sede del Banco Central de Venezuela (BCV) cuando ingresó armado de
un revólver, están atemorizados y evaden a la prensa por miedo a que los
involucren.

El cuerpo de Juan David continuaba este viernes en la morgue de Bello Monte
y los familiares que pueden retirarlo porque llevan sus apellidos, están
detenidos en el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional
(Sebin).

Se supo que los padres, hermanos, primos y tíos fueron engañados cuando
acudieron a la morgue a buscar el cadáver.
En Bello Monte les indicaron que
debían ir a rendir declaraciones y quedaron detenidos. También están presos dos
vecinos.

Quienes conocieron a Juan David aseguran que era un muchacho normal,
respetuoso, estudioso
. Era TSU en administración de personal, se inscribió dos
veces en la Universidad Santa
María (USM) para estudiar derecho pero nunca asistió a clases.

Últimamente laboraba con su padre en una empresa de vigilancia privada,
vivía alquilado en Cartanal y dejó un hijo de 5 años. Había mostrado su
preocupación por la crisis económica y la carencia de alimentos para la gente
de bajos recursos.

A los parientes de Oliveros los tienen incomunicados y estarían siendo presionados
para que revelen quien o quienes colaboraron con la grabación y difusión del
video
en el cual el joven justifica su acción.

Al fotoperiodista Román Camacho, de la página web La Patilla, y a la periodista
de El Pitazo, Josselyn Torres, los interrogaron sobre este caso en la sede de
la policía política en El Helicoide.




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