Dayrí Blanco|@DayriBlanco07
Hay materia prima. Limitada, pero lo suficiente para mantener 80% de las máquinas operativas. Pero están paralizadas. En la planta San Joaquín de Cervecería Polar nada parece ser suficiente. Esta vez una huelga laboral, amparada por una orden del Ministerio del Trabajo ha impedido la producción de siete millones 500 mil litros de líquidos entre malta y cerveza.
Quienes se mantienen bajo la figura legal de suspensión laboral por los inventarios reducidos de insumos lideran esta acción. El lunes desde las 4:00 a.m. bloquearon la entrada del personal y la manufactura no arrancó. Lo mismo sucedió el miércoles y el jueves. Ellos exigen reenganche sin ser despedidos y la firma aún les cancela una compensación del salario básico mientras se supera la crisis.
Arquímedes Sequera, secretario general del sindicato, calificó la huelga como ilegal y violenta. Denunció que durante la noche del miércoles, William Lugo, dirigente sindical, fue agredido físicamente, “le quitaron las llaves de la oficina, entraron y desvalijaron todo. Se llevaron la computadora y parte de nuestras pertenencias”. José Palacios, otro de los integrantes de la organización sindical fue perseguido, “pero pudo esconderse y aún está dentro de la planta sin poder salir”.
Negados a dialogar
La mañana del jueves la gerencia general de Cervecería Polar y la de envasados intentó mediar. Se le planteó a los manifestantes que permitieran el acceso del personal a sus puestos y se instalará una mesa de negociación. No aceptaron. “Dijeron que la única manera de negociar era con la plata paralizada”.
Sequera insistió en que la acción es vandálica. “Están armados. En la noche se escucharon detonaciones”.
Jean Carlos Rodríguez, uno de los manifestantes, relató que a las 10:00 p.m. del miércoles dos hombres se bajaron de un Corsa azul frente al portón principal, donde se mantienen en vigilia, y dispararon en 25 oportunidades. A las 2:30 a.m. se repitió la acción pero desde un vehículo en movimiento. No se registraron heridos.
