Dayrí Blanco | @DayriBlanco07

Pedro Henríquez abre la nevera de su casa y piensa en la zona portuaria. Ambos están vacíos. Ya no hay contenedores que transportar en su gandola ni comida para su familia. La actividad en el lugar está cada vez más paralizada al registrarse una caída de 98,21% en la llegada de productos terminados al terminal marítimo más importante del país.

La data de descarga hasta 2014 fue de mil 200 contenedores diarios. Este año el mayor pico de importación de este tipo es de 150 a la semana, alertó el presidente de la Asociación de Pequeños Propietarios y Conductores de Carga de Contenedores y Similares de Puerto Cabello (Asotracontainer), José Petit.

No hay trabajo suficiente para los más de dos mil 200 choferes de gandolas que tradicionalmente se encargaban de hacer el transporte de esta mercancía. Henríquez ha vivido la crisis en primera persona. Su vehículo tiene tres semanas parado por falta de arranque. Se dañó y no tiene dinero para reemplazar la pieza. Así que recurrió al desmantelamiento de la unidad para al menos lograr comprar comida para su familia. No tuvo más opción. Lo primero que hizo fue poner a la venta dos de sus rines en 140 mil bolívares cada uno. “Que me los paguen poco a poco, no importa. Lo que quiero es hacer algo de mercado”.

Este año ha sido duro para quienes se dedican a la actividad. “Tenemos que pelearnos en los muelles por ganarnos un trabajo”, relató. Petit define la situación como canibalismo. “Un transportista ofrece un viaje por 80 mil pero llega otro y lo hace en 60 mil y más tarde uno lo rebaja hasta 50 mil. Es lamentable que nos estemos quitando el trabajo de esa manera”.

En su reciente visita a Puerto Cabello, Efraín Velasco, autoridad única nacional del sistema portuario, aseguró que en junio y julio aumentó la cantidad de buques con cargas contenerizada a todo los puertos del país, y se registró en ese lapso dos mil 819  contenedores, de los que dos mil 55 corresponde a alimentos que el Gobierno se encarga de distribuir con sus vehículos; 282 contentivos de higiene personal y 482 llegaron con medicamentos.

SOLO GRANEL

A Puerto Cabello lo que arriba de manera creciente son cargas graneleras. Es una importación controlada directamente por el Gobierno a través de la Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas (CASA) y que se ha recuperado desde los últimos dos meses, pero no en las cantidades suficientes para que las empresas productoras de alimentos tengan un inventario de entre 45 y 60 días como se hacía antes de los controles impuestos por el Ejecutivo. La consecuencia ha sido 24% de disminución en la producción agroalimentaria durante 2016, según cálculos de Fedecámaras.

Los esfuerzos del Gobiernos seguirán concentrados en los granos. “Hace unos día conversamos con el ministro de Alimentación, Rodolfo Marco Torres, y nos dijo que se triplicará la llegada de buques de este tipo”. Es por ello que algunos transportistas de contenedores han adaptado sus unidades para poder incursionar en la carga a granel.

Pero los problemas continúan en la zona portuaria. Petit denunció que los trámites siguen siendo retrasados y las colas de gandolas se mantienen. “Hay problema con las básculas. Trabaja solo una de siete, una gandola dura dos días para salir del muelle cargada y entre 12 y 15 horas para entrar al puerto a cargar”. Se esperan respuestas del presidente de Bolivariana de Puertos, Efraín Velasco, quien se comprometió a solucionar estos problemas.

32% DE OCUPACIÓN

Solo 12 buques se encuentran en labores de descarga en Puerto Cabello. Todos graneleros. Esto es igual a 32% de ocupación de los muelles en el lugar que hasta 2014 se mantenían llenos.

Según publica la edición 14869 de la revista Informes que edita la Cámara de Comercio del municipio, se trata de tres barcos con 88 mil 733 toneladas (tn) en total de maíz amarillo; 60 mil de maíz blanco en dos cargas; dos buques de seis mil 819 tn de harina de soya; 33 mil de trigo panadero; 300 mil de arroz paddy; 29 mil 783 de harina de torta de soya; 29 mil 997 de torta de soya americana; y cinco mil 999 toneladas de frijol de soya.

También hay otros cuatro barcos fondeados con 99 mil 850 toneladas entre trigo, maíz blanco, harina de soya y uno cargado de piezas, único portacontenedor que representa apenas 0,95% de la mercancía que espera para ser descargada, lo que significa solo un sustento en números de la realidad que viven los transportistas del sector como Pedro Henríquez, que prácticamente están sin trabajo.




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