Beatriz Rojas @rojas_beatriz
A las cuatro de la madrugada salió Felipe Albornoz de su casa en Flor Amarillo. A las 12:15 p.m. salió del supermercado San Diego en la avenida Bolívar. Se sentía satisfecho porque pudo comprar varios productos a precio regulado, porque eso implica que ya no tendrá que dejarle toda su pensión a los bachaqueros.
Después de 8 horas en cola, en dos supermercados, en dos bolsas distribuyó dos kilos de harina de maíz precocida, dos de pasta corta, dos cremas dentales grandes, un paquete de harina de trigo, cuatro rollos de papel sanitario y dos lavaplatos. La cuenta no superó los cinco mil bolívares.
Albornoz, que ya supera los 70 años, comentó que los jueves hace el sacrificio de pararse temprano y hacer la cola durante un buen tiempo, para que el dinero le medio alcance, porque con la pensión también compra los medicamentos de la tensión y los de la diabetes, cuando los logra conseguir.
Considera unos desalmados a los bachaqueros, porque la harina de maíz la compran en los supermercados en 190 bolívares, y las venden en las comunidades hasta en 1.800 bolívares.
En el supermercado Hyperlíder de Flor Amarillo este jueves vendieron cuatro paquetes de harina de maíz por persona, y dos kilos de harina de trigo. Los productos se terminaron pasada las 11:00 a.m. pero un buen número de personas se mantuvo a los alrededores, por si acaso llegaba otro camión con mercancía.
En el supermercado San Diego de la zona industrial había una cola bastante grande. Allí estaban vendiendo dos kilos de azúcar por cliente.
