AFP
Hay personas
persiguendo Pikachus y Bulbasaures en un hospital de Ámsterdam, desafíos de
Pokémon en Sídney, jóvenes que se arriesgan a meterse en áreas privadas en
Estados Unidos: la fiebre de Pokémon Go,
el juego de realidad aumentada que permite capturar a esas criaturas virtuales,
invade el mundo.
En parques, estaciones de metro, cafeterías… en todas partes puede verse el mismo
espectáculo: «cazadores» con la nariz pegada a su teléfono
inteligente, intentan atrapar a estos pequeños personajes de ficción,
escondidos -gracias a la tecnología- en el mundo real.
La aplicación utiliza
geolocalización para que sus usuarios puedan atrapar Pokémons.
El éxito del juego,
descargado hasta la fecha más de siete millones de veces, se basa en parte en
la combinación de lo real y lo virtual.
Casi una semana después de su lanzamiento, Pokémon Go ha
hecho que el juego arroje cifras positivas en las plataformas de descarga de
aplicaciones de Google y Apple. La
aplicación es la más descargada de AppStore y compite con Twitter en
términos de tráfico generado en internet.
Pokémon Go ya ha generado millones de dólares de ingresos y el lunes incluso ayudó a que la acción de
Nintendo aumentara 25%.