EFE

El ministro de Alimentación de Venezuela, Rodolfo Marco Torres, dijo este sábado, dos días después de ser destituido por el Parlamento al que rehusó acudir para ser interpelado, que no dejará el cargo porque no rinde cuentas a la oligarquía.

«Yo no le rindo cuentas a la oligarquía; yo le rindo cuentas al pueblo y aquí estoy entregando alimentos casa por casa», dijo en un acto televisado de los Comités Locales de Abastecimiento Producción (CLAP), a través de los cuales el Gobierno del presidente Nicolás Maduro vende desde este mes comida a domicilio y a precios bajos.

El presidente anunció el jueves, horas después de que la Asamblea Nacional (AN), de mayoría opositora, aprobara una moción de censura contra su ministro, que promulgará un decreto en busca de dejar sin efecto cualquier sabotaje del Legislativo contra cualquier ministro u órgano del poder popular.

La idea es «sacar un decreto para dejar sin efecto constitucionalmente, mientras dure la emergencia económica, cualquier sabotaje que haga la Asamblea contra cualquier ministro, institución u órgano del poder popular», remarcó el jefe de Estado.

El ministro de Alimentación no atendió a la solicitud de comparecencia ante los diputados que, ante una emergencia alimentaria en vigor, aprobaron en su ausencia la moción de censura que implica su destitución como ministro, según la Constitución.

El presidente de la AN, Henry Ramos Allup, señaló que la moción fue votada por «más de las tres quintas partes de los diputados presentes» y que, en consecuencia, el presidente debe proceder a la remoción del ministro como lo ordena la Carta Magna.

«Yo le digo a usted, Ramos Allup, que esta decisión es írrita, nula y no existe, así de sencillo. Al ministro no lo remueve nadie», respondió Maduro tras recordar que el Poder Judicial modificó previamente los procedimientos parlamentarios y supuestamente ello no fue observado por la AN en su citación al ministro.

Ramos Allup ha calificado el desabastecimiento de alimentos como una «verdadera tragedia» y «una evidencia más del fracaso del modelo del socialismo del siglo XXI» que impulsa Maduro y que fue creado por su mentor y antecesor, el fallecido presidente Hugo Chávez.

La AN buscaba que el ministro y general del Ejército explicara, entre otros asuntos, el funcionamiento de los CLAP, integrados por organizaciones populares afines al Gobierno, incluidos grupos de activistas electorales, centros de madres y consejos comunales.

Los CLAP venden comida comprada por el Gobierno que luego es entregada directamente en cada domicilio, cuyos habitantes son previamente censados para conocer la cantidad de productos que pueden adquirir a precios solidarios.

«Aquí lo importante es el poder popular articulado en los CLAP, integrados «por Unamujer, los consejos comunales, el Frente Francisco de Miranda y otros», destacó el ministro.

La «guerra económica» de la oposición contra el Gobierno y la caída de los precios del petróleo, la principal fuente de divisas de Venezuela, son dos de las causas de la crisis de desabastecimiento que arrastra Venezuela, según el Gobierno de Maduro.

Para la oposición, la crisis alimentaria no demuestra más que la ineficacia y corrupción que le achaca al Gobierno.




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