EFE
Un total de ocho personas, posiblemente migrantes irregulares africanos, murieron ahogados al sur del Gran Lago de Nicaragua o Cocibolca, informó este martes la Policía Nacional.
«Por sus características físicas y de vestimenta se presume que son personas de origen africano tratando de llegar a Estados Unidos. El dictamen médico legal determina que la causa de las muertes es asfixia por sumersión», detalló la Policía nicaragüense en un comunicado.
Las víctimas, siete hombres y una mujer embarazada, no han sido identificadas. Sus cadáveres comenzaron a aparecer este martes, y el último de ellos fue encontrado este martes, según las autoridades.
La Policía local indicó que las víctimas perecieron cuando intentaban cruzar Nicaragua a través del río Sapoá, que llega desde Costa Rica hasta el sur del Gran Lago, capaz de producir olas tan violentas como las de un mar.
Por estar en el centro del continente, Nicaragua es un paso obligado para los migrantes irregulares que llegan desde Suramérica en busca del «sueño americano».
La migración de forma irregular se ha convertido en una crisis en la región.
Por el cierre de la frontera de Nicaragua, miles de cubanos en tránsito hacia Estados Unidos quedaron varados entre finales de 2015 y el primer trimestre de este año en Panamá y Costa Rica, que lograron evacuarlos mediante un operativo especial que contó con el apoyo de México.
Sin embargo, Costa Rica informó en julio pasado que 2.500 migrantes indocumentados de África, Asia y el Caribe se encuentran en su territorio por el cierre del límite con Nicaragua, una medida que Costa Rica también tomó y que causó el embotellamiento en Panamá.
Posteriormente, Panamá anunció el cierre de su frontera con Colombia, lo que ha causado un cuello de botella en el norte del país andino, aunque la migración ilegal continúa debido a la labor delictiva de los «coyotes» o traficantes de personas.
