AFP
El campeón del
mundo eslovaco Peter Sagan firmó contrato por tres años con el equipo alemán de
segunda división Bora, en el que estará acompañado por su hermano Juraj y por
tres de sus actuales compañeros del Tinkoff, anunció la formación germana este
lunes.
Sagan, de 26 años,
actual número 1 del mundo y maillot verde de la regularidad de los últimos
cinco Tours de Francia, militaba en el Tinkoff desde 2015, pero este equipo
dejará de existir al final de la presente temporada y el eslovaco ha buscado
nuevos horizontes.
El monto de la
operación no ha sido revelado, aunque nadie duda de que la cifra está dentro de
las más altas del pelotón.
Al parecer, el
fabricante de bicicletas estadounidense Specialized, que pondrá sus productos a
disposición del equipo bávaro la próxima temporada, ha sido el intermediario
para que se concrete la operación, según varios medios de prensa.
Formación de nivel
continental, Bora no ha brillado en la última ronda gala, en la que participó
como invitado por tercera vez. Pero con esta nueva incorporación de calibre,
seguramente va a cambiar de categoría.
Primero, porque
Sagan se ha convertido en una máquina de ganar después de la conquista de su
título mundial, obtenido en Richmond, Estados Unidos, a fines de septiembre
pasado.
Ganador de la
Gand-Wevelgem y del Tour de Flandes en la primavera boreal, el velocista
eslovaco se ha transformado en una peso pesado de las clásicas. Este año en el
Tour de Francia ha conquistado tres etapas, mostrando un estado de forma que no
se le vio en las dos ediciones precedentes de la Grande Boucle.
Calificado de
«fenomenal» por el británico Chris Froome, ganador del último Tour,
ha sorprendido al pelotón con una fuga con el maillot amarillo en Montpellier.
«No solamente
es el campeón del mundo, sino el mejor corredor del mundo», comentó el
mánager del equipo FDJ Marc Madiot.
En París, Sagan
fue designado corredor más combativo de la ronda gala, a pesar de que también
sabe jugar el papel de buen perdedor y sorprende por su tranquilidad en
momentos en que el resto del pelotón entra en puro estrés.
Generalmente de
buen humor, consigue hacer reír a propios y ajenos incluso con su inglés
básico, como ocurrió cuando le pidieron que presente a sus compañeros de
formación del Tour, y el nativo de Zilina se despachó con un «¡no conozco
sus nombres!».
CLÁSICAS POR OBJETIVO
Para construir al
nuevo equipo Bora, ubicado en Raubling, al pie de los Alpes, Sagan se lleva en
sus valijas a su hermano mayor Juraj y a sus compatriotas Michael Kolar y Erik
Baska, así como al polaco Maciej Bodnar, otro de sus acompañantes en la
mencionada fuga de Montpellier.
Sus tenientes
actuales en el Tinkoff se marchan también de la formación del multimillonario
ruso Oleg Tinkov, que abandona el ciclismo a fin de temporada, este lunes cuando
se ha abierto oficialmente el mercado de transferencias del planeta ciclista.
Por ejemplo, el
equipo australiano Orica anunció la contratación por dos temporadas del checo
Roman Kreuziger, décimo del Tour, y el kazajo Astana la del danés Michael
Valgren y del italiano Oscar Gatto.
Bora, creado en
2010 y que tendrá en 2017 un nuevo patrocinador, Hansgrohe, no ha cerrado su
participación en el mercado.
La formación de
Emanuel Bauchman, que ha puesto el blanco en las clásicas con la incorporación
de Sagan, espera reforzar el equipo con «nuevas contrataciones» que
se van a anunciar «en las próximas semanas» para luego apuntar a los
grandes vueltas.
«Desde que
comenzamos en el ciclismo, nuestro objetivo fue alcanzar la cima de este
deporte. Peter nos va a ayudar a llegar a esa meta», apuntó Willi
Bruckbauer, propietario del Bora.
