Acostumbrado a componer con la guitarra durante 18 años de trayectoria musical,
al compositor y vocalista de Tomates Fritos, Boston Rex, le sedujo, por primera
vez, la idea de escribir ante el piano. Ese ejercicio, marcó el antes y el
después y definió su nuevo material discográfico titulado “Tomates Fritos”. El
resultado de ese experimento, detonó en temas tan distintos a lo usual que,
según su propia confesión, parecían “canciones de otra banda”. Las llevó al
estudio y aún convencido de que todo constituía una “rareza”, sus compañeros de
la banda y su productor, Max Martínez, le apostaron.

Con el apego al sonido del rock and roll purista, la textura sonora
instrumentos vintage y la reproducción de técnicas de estudio apegadas a los
orígenes del rock, en los años 60, Tomates Fritos, ha sido reconocida como una
agrupación con un sello propio que remite al Memphis de Aretha y Elvis y a la
psicodelia; con la honestidad de una poesía directa, sin cortapisas,
descriptiva de hechos y sensaciones, e impregnada de idiosincrasia.
Sin embargo, las transiciones de un disco a otro, desde Odissey (1999) a Hotel
Miramar (2012) son el testimonio de como ese sonido originario, es permeable a
los cambios, las inclusiones y la experimentación.

Del acierto de la candidez a la evolución natural

La banda cumple 20 años y en este
nuevo trabajo rompen sus propios paradigmas y se envuelven en una atmósfera
estética de los años 80 y 90, incorporando sonidos electrónicos, con un
protagonismo inusual que redefine, sin dudas, su arte. Quizás, el síntoma más
elemental de la mutación de Tomates Fritos en este nuevo trabajo, es la
sustitución del ritmo “atresillado”, muy propio del swing y el folk, de los
discos anteriores.
Aunque conservando la ejecución musical purista que les ha caracterizado,
“Tomates Fritos”, deja claras otras influencias, distintas a las ya conocidas
como sus raíces naturales. The Cure, Depeche Mode, New Order, Men At Work,
Future Islands, Charly García y Gustavo Cerati, son las nuevas referencias
inequívocas de este trabajo.
“La ingenuidad te regala aciertos”, es la expresión con la que la banda explica
la decisión de salir de la zona de confort, al componer y ejecutar la música de
este nuevo disco. No solo se usó un piano para componer; la ansiedad por la
nueva estética musical, los impulsó a investigar y adquirir teclados de
distintos modelos – vintage – que van desde un legendario Moog, hasta un Yamaha
DX7.

No fue ésta -como no lo han sido
las anteriores- una grabación convencional. Se trató de un proceso de aporte
colectivo que ocurría al mismo momento de ensayar para grabar. Los aportes
fueron in situ, tocando. “Todo lo que ensayábamos, lo íbamos grabando”,
revelan.
Fueron tres temporadas de mes y medio de grabación, en dos años. Un proceso
complejo, minucioso, pero impregnado del más profundo deleite ante lo
desconocido, y con la certeza que, aún desde la humildad, dejan la experiencia
y el andar, de 20 años de carrera.
Los responsables, son 10

En el proceso de la producción de
los temas que condujo Max Martínez, el bajo tradicional fue sustituido por el
sintetizador. Boston Rex, tocó las melodías con la mano derecha y con la
izquierda, el bajo. Kike Franco ejecutó las guitarras de todo el disco y dos de
los cinco temas que tienen bajo eléctrico; Tony  Maestracci y Max
Martínez, las baterías, cuyo diseño acústico estuvo a cargo de Ricardo Parra.
La grabación se realizó en Remoto Estudios, en Caracas, y en las manos de
Ricardo Martínez, productor musical, bajista de agrupaciones como Wahala y
Famasloop. Los overdubs finales, fueron grabados en Altos Studios en Puerto La
Cruz.

“Lo más difícil de la mezcla y el
mastering son las decisiones que hay que tomar”, confiesan los Tomates al
referirse al rumbo inusitado que tomó el material desde su grabación hasta la entrega
final de la masterización.

Los tracks fueron entregados a
Eduardo López para la edición en Colombia.

Este quinto disco incluyó un
importante proceso de selección del equipo de ingeniería de sonido. La mezcla,
uno de los eslabones protagónicos, fue encargada al mexicano Eduardo “Lalo” Del
Águila, afamado ganador de los premios Grammy y Latin Grammy por su trabajo en
el disco “Hasta ella Raíz” de Natalia Lafourcade y miembro del crew de
grabación del MTV Unplugged de Zoé, como parte de su prolífico catalogo. No
existía un concepto claro de cómo querían que sonara el disco, porque ello
formaba parte de la nueva experiencia. El aporte de Del Águila, fue decisivo:
añadió 40 % más bajos que los concebidos por la banda; con delays, mezclas
opacas y otros recursos de infinita creatividad y experticia, le imprimió “otra
personalidad”. Se trató de un proceso de estéticas sobrevenidas.

“Lalo” propuso a la banda hacer
un match perfecto de trabajo de masterización con el ingeniero de sonido
estadounidense Brian Lucey, en cuyo estudio Magic Garden Mastering, en Los
Angeles, hizo el master a discos de The Black Keys, Arctic Monkeys, Marilyn
Manson y Beck, entre otros artistas.

El décimo integrante de la lista
de los responsables de “Tomates Fritos”, es Álvaro Casas, integrante de
Americania, en los coros.

La lírica, en pocas palabras         

Convencidos de que la mejor
poesía es aquella que no se explica…  Aclaran que líricamente no arranca
con lo denso, pero se intensifica al recorrer los tracks. Me veo sin ti, ya debutó como primer sencillo en las emisoras
venezolanas.

Prefieren resumir sus intenciones
así:

  • Multicolor – Ayahuasca
  • Me Cuesta – Arrepentimiento
  • Calma – “una rumbita”, “bailable”
  • Ya Estaba Mal – el país
  • Me veo sin ti – ¿Requiere explicación?
  • Mitad Dual – metáfora, tributo accidental a Cerati
  • Hospital – Oda a la música
  • Me cansé – retrato del sentimiento de la gente en
    la calle
  • Sven – No era para él, pero coincide con las letras
    de su nombre. Murió en el atentado de París.
  • Volver Atrás – Esas personas y cosas que no cambian
  • Huyendo – Exilio

El disco más reciente de Tomates
Fritos puede encontrarse a partir del miércoles 27 de julio a través de
www.tomatesfritos.net y podrá escucharse en vivo, por primera vez, el próximo 5
de agosto, a las 7 pm, en el Centro Cultural Corp Banca, las entradas se
pueden adquirir en las taquillas  y en ticketmundo.com. 

Twitter e Instagram:
@tomatesfritos. 




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