Sara Pacheco
Las ofertas no abundan. Los textos son repetitivos con
algunas excepciones de editoriales emergentes, sin embargo la Feria Internacional
del Libro de la
Universidad de Carabobo se sigue destacando por la opción
cultural que presenta. Miles
de personas han visitado las carpas del Centro Internacional de Eventos
Múltiples (CIEM), en
Naguanagua. Cientos de niños han participado en el chamario. Estar inmerso
entre libros es un reto esperanzador para el país.
Esta vez 77 expositores forman parte de la cita. Los
precios de los textos varían entre 600, dos mil hasta 20 mil bolívares. Pero el fuerte siguen siendo
los talleres,
homenajes, conferencias, encuentros y presentaciones de libros y literarias.
Unos tres mil 500 niños han participado en el chamario, de
acuerdo a una nota de prensa. Trina Malpica, quien labora en esta área,
agregó que los visitan al
menos 12 escuelas por día.
“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…”
Los amantes del Quijote tuvieron su lugar. El escritor Luis Yslas dictó un taller
dedicado a ellos. La obra data al menos 411 años de historia. Cuando se estrenó
solo el 20% de la población española sabía leer. El interés nació solo de
escuchar las historias de quienes sabían leer.
Yslas refirió, que no es necesario leerlo capítulo a
capítulo, pues cada uno se traduce en una historia.
Un escritor está hecho de sus lecturas
La editorial Madera Fina presentó “The Night” de Rodrigo
Blanco. El pregonero de la Filuc
2016, Carlos Sandoval e Yslas presentaron el texto acompañados de videos del
autor donde respondía preguntas previas ideadas por ellos. Blanco se encuentra
desde noviembre en Francia. Para evitar algún inconveniente técnico decidieron
blindarse de cualquier error a través de esta videoconferencia grabada.
A pesar de tratarse de una novela de ficción, entre sus
páginas se hace referencia al contexto social venezolano, así como en sus
primeros cuentos que lo hicieron merecedor de un premio otorgado por Monte
Ávila editores. “Un escritor está hecho de sus lecturas y su modo de leer. Yo no
siento que cambié solo intensifique mi modo”, respondió a una de las
interrogantes.
La música se cuela en sus textos, admitió que poco a poco
ha incorporado a autores y frases de canciones a sus textos. De hecho, el
título del libro es un homenaje al grupo Morphine.
