EFE

Los ministros de Exteriores de la Unión Europea acordaron este lunes avanzar hacia más sanciones contra personas y entidades próximos al régimen sirio y responsables de la represión en el país, y pidieron a Rusia frenar los «bombardeos indiscriminados», que pueden ser considerados «crímenes de guerra».

«La prioridad es detener los bombardeos sobre Alepo y que no se extienda más la catástrofe humanitaria», declaró la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini, en una rueda de prensa al término del Consejo de Ministros.

Los Veintiocho pidieron a Rusia «demostrar todos los esfuerzos a través de políticas y acciones para parar los bombardeos indiscriminados del régimen sirio, restaurar el cese de hostilidades, garantizar un acceso amplio de ayuda humanitaria y crear condiciones para una transición política creíble e inclusiva».

Tras debatir la posibilidad de imponer sanciones a responsables rusos por el respaldo de Moscú al régimen sirio en los bombardeos, los ministros decidieron dar prioridad al espacio de diálogo con Rusia.

«Se ha considerado que establecer sanciones no servía para el propósito que se quería, podían enturbiar la posibilidad de un diálogo político», declaró a la prensa el ministro español de Exteriores y Cooperación en funciones, José Manuel García-Margallo.

Los ministros se declararon «horrorizados» por la situación de deterioro en Siria y la escalada de violencia en Alepo, cuya parte este es un bastión rebelde en el norte del país atacado por las tropas del régimen.

«No hemos pensado en utilizar la fuerza militar, lo que vamos a utilizar es la fuerza política, moral, y le hemos dicho a Rusia que pare esta masacre», declaró el ministro francés de Exteriores, Jean-Marc Ayrault.

Preguntada por la pausa humanitaria de ocho horas anunciada por el Ejército ruso para el 20 de octubre en Alepo, Mogherini señaló que «puede ser un comienzo» y que «es un paso positivo».

«Si Alepo cae, y podría caer en fechas próximas, habría un antes y un después en el conflicto», aseveró por su parte García-Margallo, para quien el tiempo de esa tregua es «muy escaso», aunque es «una buena noticia».

Para los ministros, «desde el inicio de la ofensiva del régimen y sus aliados, en especial Rusia, la intensidad y escala de los bombardeos» en el este de la ciudad «es claramente desproporcionada» y está enfocada «deliberadamente» en hospitales o escuelas.

Destacaron asimismo que el uso de barriles con explosivos, bombas de racimo y armas químicas «constituye una escalada catastrófica del conflicto» que ha causado la muerte de civiles, incluidos mujeres y niños, y «puede constituir crímenes de guerra».

Por todo ello aseguraron que la UE «actuará rápidamente» con vistas a «imponer más medidas restrictivas» contra personas y entidades «que apoyen al régimen mientras la represión continúe».

«La cuestión de Alepo es vital, crucial, no hay que olvidar que entre ahora y diciembre, si no encontramos una solución, Alepo puede que ya no exista», alertó por su lado el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, que participó en la reunión.

La UE pidió «urgentemente» el fin de todos los vuelos militares sobre Alepo, que el inmediato cese de hostilidades sea controlado a través de un mecanismo transparente, levantar los asedios y que todas las partes permitan el completo acceso de ayuda humanitaria.

Por otra parte, los ministros insistieron en que la situación en Siria debe ser remitida a la Corte Penal Internacional e instaron al Consejo de Seguridad de la ONU que actúe en ese sentido.

Mientras, la UE continuará una «diplomacia humanitaria intensiva» para intentar mejorar el acceso de la ayuda, para lo que pidió al régimen de Bachar al Asad que ponga fin a todas las obstrucciones que sufren los convoyes que llevan asistencia a la población.

Al mismo tiempo, la Unión reiteró su compromiso de combatir a grupos terroristas como el Estado Islámico o Al Qaeda y pidió una separación «diligente» de los grupos de combatientes no declarados como terroristas de esas organizaciones yihadistas.

Mogherini pidió además «no subestimar lo que la UE puede hacer en la reconstrucción del país, porque es algo que se tendrá que hacer en cualquier caso», acorde con la gobernanza y las instituciones del país árabe. 




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