El coordinador de la Unión Nacional de Trabajadores (Unete) Servando Carbone, afirmó de manera contundente que la administración pública pasó de trabajar 40 horas semanales a 10, y eso paraliza a un país.
El dirigente sindical objetó el decreto aprobado por el Ejecutivo nacional de impedir que los empleados públicos laboren los miércoles, jueves y viernes con el propósito de reducir el consumo eléctrico y hacer frente al fenómeno climatológico El Niño que ha socavado los niveles de la represa de Guri.
Para Carbone la decisión del Gobierno busca colocar a los empleados públicos como unos «maleantes» que no quieren trabajar. Manifestó su descontento por la crisis que agobia a Venezuela, y consideró que el progreso de una nación se logra manteniendo la fuerza laboral activa.
Le pareció un descaro que el alcalde de Libertador, Jorge Rodríguez, anunciará una toma pacífica de las plazas Bolívar y Diego Ibarra de la Gran Caracas en la que convocaron a los empleados públicos.