Entre
más de 600 poemas participantes en el Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael
Cadenas, Canto 14, de Willy Mckey, obtuvo el primer lugar. Este certamen,
organizado por Autores Venezolanos y Team Poetero, contó con Yolanda Pantin,
Alejandro Castro y Ricardo Ramírez como jurados, y la premiación se realizará
este miércoles 27 de abril en el 8vo Festival de Lectura de Chacao, en la Plaza
Francia de Altamira.
Canto
14, el poema ganador, estuvo inspirado en la tragedia de Amuay. Según el
jurado, es una creación «sólida y potente desde el punto de vista
argumental, tanto como desde el punto de vista formal». Su autor ha
publicado poemarios como Vocado de orfandad y Paisajeno, pero confiesa que esta
vez hubo un cambio de registro importante en su poética. También celebra al
saber que «las retóricas del paisaje y el desamor empiezan a dejarle
espacio a una poesía que se preocupa y se conecta con el dolor común. Una
poesía vinculada con lo real, eso que demanda el maestro Rafael Cadenas en su
poesía».
McKey
asegura que, sea por asimilación o negación, «todo poeta venezolano que
haya empezado a escribir después de los años setenta, está influenciado por la
obra de Rafael Cadenas», el homenajeado de este concurso. El escritor se
alegra por la suerte que tienen los lectores venezolanos de poder encontrarse a
Cadenas en cualquier plaza escuchando a otros poetas, o en cualquier rincón de
Caracas. «Quizás no son muchos los lectores que toman en cuenta esa suerte
enorme», dice.
No
solo Mckey triunfó en este certamen. El segundo premio se le concedió al poema
Angustia, escrito por José Soledad, quien firmó con el seudónimo Polvo enamorado.
En sus letras, según el jurado, planteó «una cadencia semejante, cercana,
al golpe de las olas cuando revientan en la orilla, al vaivén del ahogado en
ese mismo mar, donde imágenes desesperantes exploran un aire apocalíptico y
urbano, pleno de expresividad, dolor, dramatismo, enmarcado en las letanías
finales de un siglo que merece olvidarse».
El
poema Sueños de papel, de Luis Barraza, fue merecedor del tercer lugar. Según
el jurado, logró hacer «una honesta exploración del padre como eje
temático de la tradición poética venezolana, desarrollando un ritmo y una
cadencia sugerente que lleva al lector, al que escucha, a recorrer una historia
familiar llena de evocaciones, silencioso reclamo, resignación y belleza».
El texto fue firmado con el seudónimo de Ramón Ramón Jesús.
Además
de los ganadores, debido a la calidad, se eligieron 27 poemas más que serán
incluidos en el libro compilatorio del concurso.
