Beatriz Rojas / @rojas_beatriz
Diez buhoneros se declararon en huelga de hambre desde el pasado lunes a las tres de la tarde, y tres de ellos se cosieron los labios, como medida de presión para que la alcaldía les permita instalar sus puestos en el casco central de la ciudad. La alcaldía mantiene su decisión de cero tolerancia con el comercio informal en esa zona, para que la ciudadanía pueda transitar libremente.
A Oscar Darío Terán, Nelson Fernando Navarro y Tibisay Lujan no les importó que no se consiga antibióticos en las farmacias y unieron sus labios con hilo y aguja. A las puertas de la alcaldía mantienen la protesta junto a sus compañeros.
En el lugar se presentó María Alejandrina Shiavona, representante de la Defensoría del Pueblo, quien junto al representante legal de los buhoneros, Franklin León, el concejal Daniel Sánchez y cuatro voceros de los huelguistas, sostuvieron una reunión con el director de Atención Ciudadana, Luis Magallanes.
El funcionario les reiteró que existe un decreto del alcalde Miguel Cocchiola, que prohíbe el ejercicio del comercio informal en el casco central, como respaldo a otro decreto que emitió el gobernador Francisco Ameliach, mediante el cual se declaró como zona objeto de protección especial patrimonial y cultural, dentro del casco histórico del centro de Valencia, todos los bienes comprometidos dentro de su perímetro.
Luis Magallanes acordó una nueva reunión para este miércoles en la mañana, con la finalidad de tratar de buscar alternativas, porque la idea no es perjudicar a nadie. Explicó que así como los comerciantes tienen derecho a trabajar, los ciudadanos también lo tienen de transitar libremente en el casco central.
A los buhoneros se les está ofreciendo unos 200 puestos del mercado de la Branger, entre otras alternativas.