El Gobierno de Ecuador felicitó este viernes al de Colombia por el nuevo acuerdo de paz alcanzado con las FARC e indicó que se mantiene a la espera del eventual diálogo, que tendría su sede en Quito, entre el ejecutivo del presidente Juan Manuel Santos y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
«Qué bueno, felicitaciones al Gobierno, al pueblo de Colombia y a las FARC», expresó en un encuentro con corresponsales de medios extranjeros el canciller ecuatoriano, Guillaume Long.
El ministro, por otro lado, reiteró la disposición de su país a acoger las conversaciones entre el Gobierno Colombiano y el ELN, que iban a comenzar en octubre, pero quedaron en suspenso ante la exigencia del Ejecutivo colombiano de que la guerrilla libere al excongresista Odín Sánchez, al que mantiene secuestrado.
Odín Sánchez Montes de Oca está cautivo desde hace siete meses, cuando se entregó a cambio de su hermano Patrocinio, exgobernador del Chocó, secuestrado en 2013 por el ELN y quien sufría graves problemas de salud.
Long dijo que en la capital ecuatoriana permanecen representantes de la guerrilla y del Gobierno colombiano y subrayó que para que comiencen las conversaciones «el acuerdo ha de nacer de las partes».
«Nosotros mantenemos la logística» para el eventual comienzo de los diálogos, señaló el canciller, quien no quiso pronunciarse sobre las pruebas de vida de Sánchez solicitadas por sus familiares y por el jefe del equipo negociador del Gobierno, Juan Camilo Restrepo.
La petición fue formulada ante la no liberación del secuestrado por parte del ELN, que hoy manifestó que no ha entregado las pruebas por las «sorpresivas operaciones militares» que se han realizado en el departamento del Chocó (oeste).
«En las últimas semanas, nuevas tropas del Gobierno han sido llevadas al Chocó, para incrementar las operaciones punitivas contra los frentes guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional, por lo que han crecido los enfrentamientos militares diarios», señaló la delegación de paz del ELN en un comunicado fechado en Quito.
Long precisó que el papel del Ejecutivo ecuatoriano como garante del proceso consiste en ser testigo de los eventuales acuerdos que se alcancen y en garantizar su cumplimiento.
«Creemos en la paz y creemos que es el momento histórico», subrayó, al reiterar que corresponde a las partes la decisión sobre el arranque de las conversaciones.
