Filipinas declaró en estado de desastre a la zona septentrional de la isla de Mindanao, ubicada al sur del país, por las inundaciones que han dejado un saldo de cuatro personas muertas y 7.000 evacuados, confirmaron este martes fuentes oficiales.
El Ayuntamiento de la capital de la provincia, Cagayan de Oro, declaró el estado de desastre en la ciudad por los efectos de este temporal causado por un área de bajas presiones que provocó intensas lluvias durante todo el lunes. Entre los fallecidos se registraron tres niños de tres, siete y diez años, y un hombre de 64, todos por ahogamiento, declaró a Efe Ruby Montejo, de la Oficina Provincial de Reducción de Riesgos y Desastres (PDRRMO).
Imágenes publicadas muestran un estado de caos en las calles, donde numerosos vehículos fueron arrastrados por el agua y las viviendas quedaron inundadas, cubiertas de barro y escombros. El gobernador de la provincia, Yevgeny Vicente Emano, declaró la suspensión de las clases en todos los centros de educación públicos.
Por su parte, la Fuerza Aérea de Filipinas envió varios aviones para inspeccionar la zona mientras las autoridades evalúan los daños en propiedades y explotaciones agrícolas en esta provincia, en la que viven unas 900 mil personas.