Sandra Acosta lleva aproximadamente cuatro meses afectada por el colapso de tuberías de agua negras en el sector Las Casitas de Los Guayos II. Su nieta, una bebé de nueve meses estuvo dos semanas internada en una clínica por deshidratación. Una virosis afecta a la comunidad. Malos olores y proliferación de mosquitos son problemas que enfrenta la comunidad.
Acosta debe comprar diariamente tres botellas de agua potable con un costo de 400 bolívares por unidad. En total mil 200 bolívares. El colapso de las cloacas no solo genera malos olores. El agua que llega a las casas a través de tuberías es de cloacas desbordadas, denunció la dama.
Nelson González comentó que algunas veces los vecinos no pueden comprar los botellones por falta de dinero. Tengo dos hijos pequeños, me ha tocado bañarlos o lavar la sus prendas de vestir con agua que huele a piche, lo que es un riesgo para los niños porque podrían contraer alguna enfermedad.
Esta situación tiene desesperados a los habitantes del sector. Adquirir agua potable para realizar cada labor del hogar se les hace difícil. A esta situación se suma una virosis que los perjudica como consecuencia de las agua servidas.
Yaneris Azuaje expresó que el virus provoca diarrea y vómito. Detalló que cuando acuden al CDI de Las Casitas no hay medicamentos para ser tratados. Niños y adultos mayores son lo más afectados.
El desbordamiento de aguas negras está en la avenidas La Margarinas que conecta Las Casitas con El Roble y Las Aguitas. No es la única parte del sector que presenta esta problemática, a dos cuadras del lugar hay una laguna de cloaca.
Anteriormente era el estacionamiento para los carros de las familias que están alrededor, ahora por la cantidad de agua almacenada deben dejar sus vehículos más lejos, lo que pone en riesgo que se los roben.
Los vecinos se han dirigido a la alcaldía de Valencia, Gobernación de Carabobo y a Hidrocentro pero ningún organismo soluciona la problemática.
Nelson González alegó que la última vez que presentaron la denuncia en la la alcaldía, aproximadamente hace dos semanas, les dijeron que ya no podían solventar el bote de agua servidas porque habían cerrado el presupuesto del año 2016.
