(Foto Reuters)

La crisis que atraviesa Venezuela no ha dejado de lado a los hospitales, donde la escasez de material sanitario y medicinas y las, en algunos casos, paupérrimas condiciones hospitalarias son la pesadilla de pacientes de bajos recursos que no pueden costear la atención privada.

Instalaciones deterioradas, equipos dañados y baños «contaminados» que obligan a enfermos, familiares y personal de salud a compartir los que funcionan, son algunas de las deficiencias de varios centros médicos públicos venezolanos.

En el Hospital Dr. José María Vargas, uno de los históricos de Caracas, un niño de 13 años parece que tiene dengue porque tiene su piel brotada, y parece, según Eneida Suárez, su madre, porque no cuentan con el reactivo ni el material para realizar el examen que lo diagnostique.

«Tengo que comprar 2 tubos, uno verde y uno morado, para hacerle unos exámenes. Este examen lo tengo que hacer en otro centro, mientras tanto me dijeron que le diera acetaminofén», explicó Suárez a Efe.

La mujer cruzó hacia la farmacia frente al hospital, pidió ese y otros medicamentos recomendados por el médico, pero no encontró nada de lo que necesitaba en la droguería, donde también se ha vuelto famosa la frase «no hay».

Danny Golindano, médico residente de Hematología del Hospital Vargas, aseguró  que ese centro de salud tiene múltiples necesidades.

La gente espera horas para ser atendida, además de tener que proveer personalmente muchos de los materiales necesarios, desde los guantes que usará el médico hasta el catéter que le pondrán al paciente, según relataron a Efe varios pacientes y facultativos.

«Hay pacientes que requieren de una intervención quirúrgica y han sido referidos al (Hospital) Pérez Carreño, al Universitario, porque el hospital no cuenta con las medidas necesarias para atenderlo», afirmó el hematólogo, quien también es coordinador de la organización no gubernamental venezolana Médicos por la Salud,

Sin embargo, los hospitales a los que son referidos estos pacientes no necesariamente están en óptimas condiciones.

El hospital Dr.Miguel Perez Carreño, también en el oeste de Caracas, sufre de falta de camas para los ingresos y las emergencias, según familiares de pacientes que llegaron a este centro en busca de atención.

En el Hospital Ana Francisca Pérez de León I, ubicado en las cercanías de Petare, la favela más grande de Venezuela, el personal de seguridad remite a las personas a otros centros de salud si no es una emergencia lo que presentan por no tener habilitada la especialidad que requieren.

Según un funcionario de seguridad del recinto, por la cercanía con la favela, en ese centro atienden mayormente a personas heridas por armas de fuego, mientras que el Pérez de León II, creado justo al lado en 2012, tiene activas consultas de varias especialidades, pero no atiende este tipo de emergencias.

La crisis también la sufre el Hospital Dr. Domingo Luciani, ubicado a escasos kilómetros del Pérez de León, donde los acompañantes de las personas internadas tienen que esperar fuera de las instalaciones a ser llamados por un parlante para poder visitar a su familiar.

Una situación similar se vive en el Hospital Universitario de Caracas, donde los familiares duermen en el piso durante la noche en las afueras del centro de salud, según constató Efe.

Pero no solo los pacientes sufren por la situación hospitalaria, el personal médico también enfrenta la frustración de no tener las herramientas necesarias para atender a las personas.

La crisis no se detiene en la atención ya que, si el paciente no sobrevive, las morgues de algunos hospitales tienen dificultades para preservar los cuerpos.

En el Hospital Vargas las cámaras frigoríficas no funcionan y, como no hay suficientes camillas para los cadáveres, tienen que colocarlos en el suelo y sufren rápidamente el proceso de descomposición, según Golindano.

Los ciudadanos con suficientes recursos para costearlos pueden acudir a las clínicas privadas que, aunque disponen de mejores condiciones, también sufren la carencia de equipamiento médico y otros problemas como los cortes de suministro de agua corriente.

La red de Centros de Diagnóstico Integral (CDI) y de ambulatorios públicos de atención primaria en los barrios populares puesta en marcha desde hace años por el chavismo funciona adecuadamente, según habitantes de esas zonas consultados por Efe, que resaltan que el problema se presenta cuando tienen que enfrentarse a problemas de salud de mayor gravedad.

Efe intentó sin éxito conseguir una versión oficial sobre la situación de los hospitales públicos de Caracas citados en esta crónica.




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