Lilian Tintori, activista de derechos humanos y esposa de Leopoldo López, amaneció frente al Vaticano rezando por los presos políticos, en compañía de su suegra, Antonieta de López, y de Mitzy de Ledezma, esposa del alcalde metropolitano de Caracas, actualmente detenido.
Estamos aquí en el Vaticano porque la Santa Sede es parte de un diálogo que se está dando en Venezuela y que hasta ahora no ha dado resultados, dijo Tintori. «Hoy amanecemos rezando por cada uno de los presos políticos que deben ser liberados, son más de 100 y 34 de ellos están en grave estado de salud».
Cuando falta un día para la tercera reunión de diálogo entre el gobierno y la oposición, la esposa de López recordó que el primer resultado de ese encuentro debe ser la libertad plena de Leopoldo López y de todos los presos políticos. «Mi esposo es parte de la Unidad, parte fundamental de la política venezolana y es inocente. Es por eso que debe estar libre y fortaleciendo cada paso que de la Unidad en búsqueda de la solución a la crisis actual».
Tintori resaltó que dentro de su petitorio se encuentra que el Vaticano exhorte al gobierno nacional a cumplir con las recomendación de entes internacionales, como la ONU, Comisión Interamericana de Derechos Humanos, OEA, Human Rigth Watch y Amnistía Internacional, que a lo largo de dos años y 9 meses han pedido su libertad plena.
Antonieta López, madre de Leopoldo López, agradeció todo el apoyo que han recibido tanto de venezolanos como de italianos y personas de otras nacionalidades que se acercan a rezar un rosario y a darles su fuerza y amor. «Esta lucha es por la libertad de personas inocentes, presas por razones políticas. Nos inspira el amor y la determinación de luchar por la libertad de Venezuela».
Mitzy de Ledezma también se encuentra en esta protesta pacífica. Aseguró que solicitan al Gobierno que deje de faltarle el respeto a los venezolanos y especialmente a la Santa Sede. «Queremos la libertad para los hombres y mujeres, estudiantes y todos los venezolanos que están presos por pensar diferente».
No basta pedir la paz, puntualizó. «Hay que creer en ella. Nosotros creemos en la paz y por eso le pedimos a nuestro amado Papa Francisco que no se olvide de Venezuela, que tome en cuenta que ya estamos al borde de una debacle, que él con el poder de Dios intercederá para que esto no suceda.
