(Foto AFP)

Unos 40 manifestantes irrumpieron este miércoles en el plenario de la Cámara de Diputados en Brasilia para exigir una intervención militar, en otra muestra de las tensiones que se esparcen por el mayor país de América Latina.

Los activistas de extrema derecha, según diputados de izquierda, tomaron por sorpresa el personal de seguridad y rompieron una puerta de vidrio antes de invadir momentáneamente el hemiciclo, que estaba prácticamente vacío ya que aún no se habían iniciado las sesiones de la tarde.

Durante el episodio se registraron algunas agresiones menores a agentes de seguridad y a un funcionario de la legislatura, informó la asesoría de comunicación de la Cámara a la AFP.

Todos los manifestantes fueron interpelados por la policía legislativa y cuatro considerados líderes de la protesta fueron llevados a una sala para ser investigados junto a los dos responsables de la «agresión corporal» al personal, añadió.

Imágenes de televisión mostraron a los manifestantes exaltados, cantando consignas contra la corrupción ante la mirada asombrada de los pocos legisladores presentes.

La actividad de la Cámara fue suspendida brevemente por el incidente.

«Es preocupante y sirve de alerta. Estamos volviendo a la era de los extremos», dijo el diputado Betinho Gomes.

Más tarde, el vocero del presidente Michel Temer, Alexandre Parola, expresó el rechazo del mandatario a la protesta, que consideró como una afrenta y un irrespeto a las normas de convivencia democrática.

«Episodios como el de hoy son inaceptables y serán combatidos a la luz de la ley y en defensa de la garantía de la integridad de cada una de las instituciones del estado», manifestó Parola.

Brasil vivió este miércoles una jornada turbulenta en la que miles de funcionarios públicos protestaron en Rio de Janeiro contra el plan de austeridad que impulsa el gobernador de ese estado, del mismo partido conservador de Temer, que sustituyó en agosto a la destituida Dilma Rousseff (izquierda).

La mayor economía latinoamericana, en recesión desde hace casi dos años, está sumida en una crisis política permanentemente alimentada por las revelaciones de un escandaloso fraude que desvió más de 2.000 millones de dólares de la petrolera estatal Petrobras.

Brasil estuvo gobernado por una dictadura militar desde 1964 hasta 1985.




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