Felícita Blanco
Gladys Lobo (55) murió tras haber sido impactada en la cabeza por una bala perdida cuando viajaba en el carro que conducía su hijo por la carretera Panamericana, a la altura del kilómetro 33, cerca del restaurante Cumbre Roja, el martes a las 6:30 de la tarde.
La dama trabajaba en mantenimiento en una peluquería en Los Teques (estado Miranda), vivía en El Jabillal, cerca de Las Tejerías, estado Aragua. Regresaba a su casa con su hijo Steve Márquez, quien labora en San Antonio de Los Altos. Con ellos iba también un sobrino.
Steve no escuchó el disparo, se percató en plena marcha cuando su madre, sentada en el puesto del copiloto, se desmayó, y al verla herida trató de buscar ayuda. Se devolvió hacia Los Teques, la llevó al CDI que está al lado de la alcabala de la Guardia Nacional Bolivariana, en Puerta Morocha, donde le prestaron los primeros auxilios, pero no podían hacer mucho por ella.
En un carro particular la trasladaron al hospital Victorino Santaella de Los Teques. Había recibido un disparo en el occipital, que entró por el parabrisas trasero del carro. En el hospital no había tomógrafo, ni neurocirujano de guardia, por lo que fue trasladada en una ambulancia de Rescarven al hospital Miguel Pérez Carreño.
Su hijo Kieef Márquez, quien labora en el área de paramédicos, dijo que en ese centro le prestaron la atención inmediata, pero la señora estaba muy grave, había caído en coma. La bala le ocasionó daño cerebral severo y se le alojó en la región ocular derecha.
– No podían operarla, la tuvieron toda la noche en observación y a 7:00 de la mañana nos informaron que había muerto. No iba a sobrevivir, la vi muy mal; dijo Kieef Márquez.
Es la primera vez que pierde a un ser querido por la inseguridad. “Uno sabe a qué hora sale de la casa pero no sabe si regresa”.
Gladys Lobo tenía dos años laborando en la peluquería, dejó tres hijos adultos y cuatro nietos.