Zaida Dinorath Arias Molina
El diputado a la Asamblea Nacional por la Mesa de la Unidad Democrática, José Guerra avisora que la economía venezolana, lejos de aliviarse, se agudizará en el 2017.
Sustentó el economista, que ese “negro panorama” se evidencia que durante las dos últimas semanas los precios del petróleo se han desplomado más de 3 dólares por barril debido a la persistencia del exceso del hidrocarburo en el mercado, y también porque el acuerdo entre la OPEP y otros productores como Rusia, no se ha materializado. De esta manera, la cesta venezolana de crudos y derivados ha disminuido hasta ubicarse actualmente en el entorno de los 40 dólares barril, un nivel al cual es inviable tanto Pdvsa como el país».
Señaló además el experto que se agrega la disminución de la producción de petróleo en más de 300 mil barriles diarios en lo que ha transcurrido de 2016. Esto se ha traducido igualmente en una declinación de las exportaciones, lo que genera esa combinación de caída del precio y del volumen de exportación es letal para la economía.
Denunció el parlamentario conocedor de la materia económica que «tenemos las reservas internacionales del Banco Central de Venezuela que están en un nivel realmente crítico, el menor en veinte años al totalizar al pasado 2 de noviembre apenas la cantidad de US$ 11.020 millones. Con ese monto, más el flujo esperado de ingresos, es muy difícil y costoso pagar los compromisos de deuda externa en lo que queda de 2016 y 2017, por una cantidad acumulada de US$ 11millones. En esas condiciones se harán más difícil financiar las importaciones y reanimar la economía».
Argumentó que el sistema cambiario está colapsado y minado por la corrupción. «El tipo de cambio paralelo se ha disparado ante la ausencia de asignaciones y la discrecionalidad en la entrega de divisas a través del Banco de Venezuela, mediante el Dicom y eso se debe porque los hechos de la dolarización de la economía están a precios muy superiores a los del mercado en los Estados Unidos, Brasil y Colombia que es de donde provienen las importaciones, lo que ha provocado una aceleración de la tasa de inflación, que amenaza con desatar un proceso hiperinflacionario».
Consideró finalmente que la única solución a la crisis económica de Venezuela es un cambio de gobierno, que permita formular un nuevo modelo económico que restituya los equilibrios macroeconómicos, permita recuperar el poder compra de los salarios y generar el empleo.
