El Gobierno de Nicolás Maduro será sancionado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Los argumentos son claros: persecución a trabajadores, mecanismo inconsulto empleado para fijar el salario mínimo, discriminación laboral por razones políticas y la violación a la libertad sindical.
El jueves 10 de noviembre el Consejo de Administración de la institución, celebrado en Ginebra, Suiza, admitió la queja presentada por la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), la Confederación General del Trabajo (CGT y la Unión Nacional de Trabajadores (Unete) contra el Ejecutivo, conforme al artículo 26 de los estatutos de la constitución del organismo. Es la primera vez que la OIT, en sus casi 100 años de fundación, tiene a uno de sus agremiados denunciados de forma simultánea por trabajadores y empleadores.
Esta acción ejercida en nombre de la Unidad de Acción Sindical y Gremial, en junio de este año, está relacionada con las reiteradas denuncias sobre las violaciones a los derechos de los trabajadores, protegidos por los Convenios 87, 95 y 111.
El secretario general de la CTV, José Elías Torres, aseguró que se trata de un hecho que pone en zozobra al Gobierno ante la evaluación que hará ese organismo internacional en marzo de 2017, en la siguiente reunión del Consejo de Administración. Con la admisión “vuelve a ser raspado a nivel internacional en política salarial y en política económica”. En la próxima cita, presentarán nuevas denuncias sobre las presiones y despidos a trabajadores que firmaron para activar el referendo revocatorio presidencial.
Roger Palacios, coordinador Nacional de Unete, dijo que con este precedente, quedó develado el carácter antiobrero y antisindical del Gobierno . “Una vez más quedó evidenciado ante este organismo internacional del trabajo el poco interés de Nicolás Maduro para poner en práctica los compromisos adquiridos en materia laboral al suscribir los convenios de la OIT”.
