EFE
El edificio donde se ubican las oficinas y el personal de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el oeste de la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, se vio afectado esta semana por un bombardeo de artillería, según informó el organismo internacional.
El nuevo responsable humanitario de la ONU para Siria, el jordano Ali al Zaatari, denunció en un comunicado publicado en las últimas horas que la presencia del organismo en ese edificio es bien conocida desde hace tiempo.
El ataque, efectuado desde un tanque el pasado 30 de octubre, causó destrozos en las plantas superiores del inmueble.
«Es espantoso que el edificio que aloja las oficinas de la ONU sea atacado directamente«, lamentó Al Zaatari, quien no responsabilizó a ninguna parte del conflicto del bombardeo.
El responsable humanitario de la ONU para Siria se limitó a condenar el aumento de la violencia en todo Alepo, tanto en los barrios orientales controlados por los rebeldes como en los occidentales, en manos de las autoridades.
Según datos de la ONU, en los últimos días han muerto 40 personas por los proyectiles disparados por los rebeldes contra la zona occidental, una cifra que el Ejército sirio eleva a 84.
Al mismo tiempo prosigue el asedio gubernamental a la zona oriental, donde permanecen atrapados 275 mil civiles desde el pasado julio sin recibir ayuda humanitaria.
El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, condenó también hace 2 días los ataques rebeldes y el asedio, al tiempo que reiteró su petición de un alto al fuego estable que cubra toda la ciudad.
Alepo, una de las ciudades más castigadas por el conflicto, era antes de la guerra el corazón económico y el principal núcleo industrial de Siria.
La actual escalada de la violencia en Alepo se produce después de que los insurgentes lanzaran el viernes pasado una ofensiva para romper el cerco impuesto por el régimen a los barrios orientales.
