“El equipo de gestión”, mal llamado Directiva del Ateneo de Valencia, digo “Equipo de Gestión” porque eso son, un equipo de personas con alto sentido del significado del desarrollo de las artes en Valencia. Ese “Equipo” acaba de montar el 68 Salón Bienal “Arturo Michelena”, con una vocación cultural sin parangón, en forma itinerante, sin sede, ha logrado mantener la vida de la bienal a través de ideas básicas para el desarrollo de la actividad artística y su proyección hacia la comunidad con el fin de sensibilizar al ciudadano para el acercamiento al maravilloso mundo de las artes plásticas.

El régimen que rige los destinos destructivos del país le niega toda clase de aportes a sus actividades

El “Equipo” trabaja, promueve proyectos que contribuyen a mejorar la calidad de vida ciudadana, sin ayuda oficial, con la gran satisfacción de haber obtenido siempre una fabulosa repercusión en la comunidad.

El régimen que rige los destinos destructivos del país le niega toda clase de aportes a sus actividades, pero “el equipo” cuentan con mecenas como las alcaldías de la fórmula democrática, la Universidad de Carabobo y un grupo de empresas privadas que valoran la actividad que desarrolla el “Equipo de Gestión”.

Recuerdo haber leído palabras del artista Carlos Cruz Diez, las cuales reproduzco,dice: “El artista es un enemigo del sistema, porque es un innovador

«Los primeros que se dan cuenta del fracaso socialista en la Unión Soviética fueron los artistas y se fueron a Europa, y del fascismo tampoco queda nada, ni el arte (…) Si es un régimen socialista dictatorial un artista no puede estar ahí porque no va a permitir nada que esté fuera del sistema y el artista es un enemigo del sistema porque es un innovador, el arte es la libertad y la libertad es una noción».

«Cada país tiene su característica y Venezuela es un país de pintura, no es que no se vean literatos, sino que ha habido más desarrollo de idea y de ruptura en la pintura que en otros artes.»

Sin embargo, Cruz Diez, advierte que «en el arte lo que hay que elaborar es un discurso, una plataforma que te permita decir muchas cosas, las ideas solas no sirven tiene que ser un concepto, algo más extenso, que las cosas tengan sentido».

En nuestro país soplan grandes y fuertes vientos de cambio que traerán consigo, inclusive, un programa de seguridad social para los artistas y plena independencia en su creación, sin vicios mezquinos ni autoritarios.

El arte del régimen no pasa de unas gigantografías con la cara del jefe de turno, nacional, regional o municipal, o con la silueta del mito póstumo donde radican sus debilitadas fuerzas políticas.

Los artistas procuran siempre mostrar sus obras y, lógico, venderlas para subsistir, pero, sin apoyo oficial, les es difícil la misión; hoy padecen de escasez en materiales para trabajar y espacios públicos donde exponer, carecen de apoyo logístico de un régimen que desconoce el valor de las artes.

El argentino Julio Cortázar afirmó: “rechazo toda postergación de la plenitud humana en aras de una hipotética consolidación a largo plazo de las estructuras revolucionarias. Mi humanismo es socialista, lo que para mí significa que es el grado más alto, por universal del humanismo; si no acepto la alienación que necesita mantener el capitalismo para alcanzar sus fines, mucho menos acepto la alienación que se deriva de la obediencia a los aparatos burocráticos de cualquier sistema, por revolucionario que pretenda ser”. Un aplauso al Equipo de Gestión.




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