El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, que ha viajado al Vaticano para reunirse con el papa Francisco en el marco de una gira europea, afirmó este viernes que cuando regrese a su país analizará, en el seno del Mercosur, con mucha seriedad y responsabilidad, la situación de Venezuela.
Vázquez se refirió así a la polémica que se ha generado después de que la Cancillería paraguaya haya anunciado que los cuatro países fundadores del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) han comunicado a Venezuela que cesa de ejercer sus derechos inherentes como Estado parte del bloque regional, tras haber incumplido las obligaciones asumidas en el Protocolo de Adhesión.
La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, ha respondido a ese anuncio que su país no ha sido notificado de la suspensión de sus derechos inherentes como Estado parte del Mercado Común del Sur (Mercosur), con lo que ha calificado la decisión de «golpe de Estado».
El presidente de Uruguay se reunió este viernes en el Vaticano con el papa Francisco, en el marco de una gira europea que le ha llevado ya a España y en la que visitará también Austria y Francia desde mañana.
En una rueda de prensa celebrada en Roma tras el encuentro con el papa, Vázquez reconoció que no ha tenido oportunidad aún de hablar con el canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa.
«Cuando llegue a Uruguay en los próximos días estaremos analizando en el seno del Mercosur» la cuestión que concierne a Venezuela, dijo.
Confirmó que ha conocido a través de los medios de prensa internacionales» las declaraciones de la canciller venezolana y ha remarcado que en cuanto regrese al país evaluará junto con el resto de países fundadores cuál es la situación en que queda Venezuela.
Una cuestión que se estudiará con mucha seriedad, con mucha responsabilidad y teniendo en cuenta el respeto que exigen los acuerdos internacionales.
Finalmente, el presidente recordó que «ahora, en diciembre, se produce el traspaso de la presidencia ‘pro tempore’ de Venezuela a Argentina, una presidencia que se transmite cada seis meses automáticamente de un país a otro por orden alfabético».
