Héctor Cruces, presidente de la Cámara de Licoreros de Nueva Esparta, infirmó que las ventas han sufrido una caída de aproximadamente 70% el último trimestre. A su juicio esto se debe a que los insulares han reducido el consumo de bebidas alcohólicas para poder garantizar sus alimentos.
“No hay dólares para las importaciones y, por tanto, vamos a tener mucha escasez de los rubros de bodegones”, acotó Cruces.
El mercado se ha restringido. Los compradores han cambiado sus hábitos, el que tomaba un whisky con 18 años de añejamiento, está tomando un 12 años y, en el mejor de los casos, si consumía dos botellas, ahora las reduce a una.
Si antes tomaba whisky de 12 años, hoy descendió a tomar Premium u ocho años, o simplemente tomar ron, al cual tienen mayor acceso.